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ERC propone aumentar el recargo de la tasa turística a ocho euros en cuatro años

El recargo municipal de la tasa turística en Barcelona podría duplicarse en cuatro años. Esta es la idea con la que trabaja ERC y está negociando con el gobierno de Jaume Collboni. En una rueda de prensa este miércoles, la presidenta del grupo municipal republicano, Elisenda Alamany, ha explicado que el viernes su partido llevará a votación al pleno de julio una iniciativa «clave» que plantea un aumento progresivo del recargo municipal hasta 2029. Actualmente, se pagan cuatro euros por persona y noche, el máximo permitido por la normativa. Y la intención de los republicanos es que el recargo llegue a ocho euros en cuatro años. «Hay que gestionar el turismo para recuperar el equilibrio».

Si las negociaciones de ERC y Collboni llegan a buen puerto y la iniciativa se aprueba (se necesita también el apoyo de Barcelona en Comú o de Junts per Barcelona), el año que viene las personas que se alojen en hoteles y pisos turísticos de la ciudad pagarían cinco euros por cliente y noche; en 2027, seis euros; en 2027, siete, y en 2028, ocho. Tal como ha explicado Alamany, se quiere que esta propuesta de ERC se formalice en las nuevas ordenanzas fiscales, que deberían aprobarse a finales de año, si finalmente el Parlament de Catalunya aprueba la modificación del límite este octubre, ya que un cambio en la tasa turística requiere previamente una aprobación por parte de la cámara catalana.

No obstante, Alamany ha advertido que el PSC tiene «reticencias» a aplicar la subida hasta los ocho euros. Hacerlo progresivo en cuatro años es necesario para intentar que Collboni vote a favor. La presidenta municipal de ERC ha dicho que también se habla con Barcelona en Comú y Junts per Barcelona. Los republicanos confían en que el PSC se posicione favorablemente. «Si no lo hace, nos quedaremos como estamos».

Entre 10 y 15 euros, en 2029, por persona y noche entre la tasa y el recargo

A diferencia de la tasa turística de la Generalitat, que también se paga en Barcelona, el recargo municipal (que ingresa íntegramente el Ayuntamiento), no está destinado a la promoción sino a revertir el impacto del turismo en los barrios. El recargo se aprobó en 2020 a petición republicana. Entre la tasa turística y el recargo, en 2026, la horquilla oscilaría entre los siete y los 12 euros por persona y noche. Y de 10 a 15 euros, en 2029, según la categoría del alojamiento turístico. Solo con el recargo, se pasaría de unos ingresos mínimos anuales de 70 millones (actualmente) a 140 en 2029.

Elisenda Alamany, secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya / Jordi Play

El turismo debe financiar los gastos que genera

Alamany ha defendido la necesidad de que Barcelona recupere el equilibrio entre ser una ciudad de éxito y la vida vecinal. Para la secretaria general de ERC y posible candidata a la alcaldía en 2027, el turismo debe contribuir a financiar los gastos que genera: servicios públicos, limpieza, seguridad, espacio público. Y, sobre todo, devolver a los barrios más afectados inversiones necesarias para reducir su impacto.

Por otro lado, en las negociaciones con el gobierno municipal, ERC trabaja para que en 2026 se cree un fondo para el retorno del turismo. Se trata de una herramienta transparente y transformadora que debe concretarse en proyectos financiados con este impuesto para saber a qué se destina cada euro, ha valorado Alamany.

Al mismo tiempo, los republicanos plantean que se estudie poner en marcha un sistema de bonificaciones ambientales para los establecimientos que acrediten un impacto más bajo y buenas prácticas de sostenibilidad, así como para el turismo de proximidad.

En Barcelona, solo hay temporada alta

ERC fue quien propuso duplicar el recargo municipal de la tasa turística de cuatro a ocho euros el pasado octubre. El gobierno de Collboni se mostró inicialmente favorable, al igual que el ejecutivo de Salvador Illa, pero el PSC municipal dejó la puerta abierta a flexibilizar la tasa y adaptarla a contextos concretos, tal como pidió el Gremi d’Hotels de Barcelona y la patronal de los pisos turísticos, Apartur. Alamany ha dicho que ERC no está de acuerdo. «En Barcelona, siempre es temporada alta».

Turismo. Varios turistas se refrescan en la histórica Fuente de Canaletas, en la Rambla de Barcelona. / Marta Cardenal
Turistas, en la fuente de Canaletas / Marta Cardenal

La Generalitat aplazó la tramitación

El pasado abril, la Generalitat aplazó el incremento de la tasa turística y llevará a propuesta de aprobación el próximo octubre a través de un proyecto de ley que debería contar con los apoyos del PSC, ERC y los Comunes. Inicialmente, el Gobierno catalán quería tramitar el aumento mediante un decreto, pero Illa reculó tras el aviso del Consell de Garanties Estatutàries, que veía injustificado el trámite de urgencia y sin un debate amplio en el Parlament.

También está sobre la mesa la posibilidad de que se plantee una tasa turística diferente en Barcelona respecto al resto del país, así como diferenciar entre temporada alta y baja.

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