El gobierno de Barcelona encara este mes de enero con el objetivo claro de cerrar el presupuesto de 2025. El alcalde Jaume Collboni negocia las cuentas con los Comuns, que piden garantizar 18.000 viviendas en Barcelona con la reforma del 30%, y Esquerra Republicana, que este martes ha marcado perfil en un debate que amenaza con enrarecerse tanto o más que el de las ordenanzas fiscales. «El otro día el alcalde dijo que el presupuesto no se puede alargar, pues estas son las propuestas de ERC», ha remarcado el portavoz del grupo municipal, Jordi Castellana. ERC ha dejado claro que no renunciarán «a nuestro modelo de ciudad», a pesar de reconocer que no quieren ser «un impedimento para que la ciudad avance». Por ahora, los republicanos no han recibido aún la propuesta concreta del presupuesto, que el gobierno tampoco ha presentado en público. Castellana ha pedido menos «gesticulación», sobre todo cuando se le ha preguntado por los Comuns, y «entrar en la concreción».
Los republicanos han presentado una propuesta que, en caso de ser aceptada por el PSC, tendría un impacto de 300 millones de euros en las cuentas de Collboni. Son una veintena de medidas que ponen en el centro la vivienda, la seguridad, la movilidad y la lengua. La prioridad es la vivienda, que últimamente ha crecido de manera exponencial en el barómetro como una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. Los republicanos proponen destinar 200 millones para reforzar la política de rehabilitación, de nueva promoción y para ejercer el tanteo y retracto. Esta cifra supondría, ha dicho Castellana, alcanzar «máximos históricos» en medidas de promoción inmobiliaria. Se propone crear vivienda en la Sagrera, la Marina del Prat Vermell, los Cuarteles de Sant Andreu, el 22@ y la Colonia Castells; en algunas de estas zonas, la mayoría, de hecho, el Ayuntamiento ya tiene previsto hacer una inversión. De los 200 millones mencionados, unos 53 serían para liberar suelo y construir 5.348 viviendas, de las cuales 2.185 serían de propiedad municipal, según el cálculo republicano.
El segundo bloque de medidas, sobre seguridad, pone la mirada en la noche y la franja del eje Besòs, dos ámbitos «donde se necesita mucho más esfuerzo». Los republicanos proponen que se haga una nueva convocatoria extraordinaria para el cuerpo de la Guardia Urbana, aunque no han especificado cuántos agentes se piden. En materia de movilidad, la propuesta estrella es la continuidad a la bonificación del 50% de las tarifas del transporte público. ERC también quiere ampliar la flota del Bicing, que este año alcanza la mayoría de edad, con 1.000 bicicletas eléctricas y 35 estaciones nuevas.
Protección del catalán
El último gran ámbito de este bloque de 300 millones es para el catalán. «Si se preguntara en el barómetro, seguro que saldría como una preocupación», ha apuntado Castellana. Los republicanos piden, así, un esfuerzo para la «protección y difusión del catalán», que traducido en cuestiones prácticas supone seis millones de euros para un convenio nuevo con el IEC. ERC también presentó hace unos días la propuesta de Hub de creación de contenido audiovisual en catalán, una especie de «fábrica de contenidos» en catalán con una sede física y otra digital.
El conjunto de propuestas también incluye mejoras en los equipamientos deportivos, «la mayoría preolímpicos y muy envejecidos», ha resaltado Castellana, que ha comparecido acompañado de Jordi Coronas. También aparece la opción de ejecutar medidas del Pla de Barris de Muntanya por valor de 16 millones; mantener la dotación del Programa Prometeus, que bonifica el acceso a la universidad en algunos barrios con rentas bajas; materializar la prueba piloto de la T-Cultura; y avanzar en la reconstrucción del espacio de la Escola del Mar como equipamiento municipal.

Collboni quiere acelerar la negociación
El alcalde Jaume Collboni insinuó el domingo que la negociación presupuestaria es cuestión de semanas. El socialista aseguraba que ha habido conversaciones con ERC y Barcelona en Comú los últimos cuatro meses e insiste en que ha incorporado algunas de las propuestas de la oposición a su presupuesto, que aún no ha presentado en público. Collboni también advirtió entonces que no alargará la negociación «indefinidamente o indebidamente», abriendo la puerta a una prórroga presupuestaria si las conversaciones se dilatan más de lo debido.
El PSC no consiguió llegar a un acuerdo con los grupos el año pasado y aprobó las cuentas de 2024 vía cuestión de confianza. El alcalde firmó la prórroga antes de cerrar el año y agota las opciones de cerrar un acuerdo con los mismos dos partidos que le aprobaron las ordenanzas fiscales. «En la medida que tú acuerdas los ingresos, lo más lógico y razonable es que también acuerdes el gasto, así que espero que nos pongamos de acuerdo con los grupos», remarcaba el domingo.



