Barcelona en Comú ha propuesto abrir una funeraria pública como condición para negociar los presupuestos del Ayuntamiento para 2025. Y uno de los lugares mencionados es una iglesia de Barcelona, propiedad del Arzobispado. Los Comuns lanzaron la propuesta a principios de octubre. El edificio donde la formación quiere abrir la funeraria es la parroquia del Patriarca Abraham, en la calle de Vicens Vives, 6, en el distrito de Sant Martí. En una nota de prensa, Barcelona en Comú dijo que se trataba de una «propiedad municipal», pero en realidad no es así. La formación también ha planteado la posibilidad de utilizar salas de velatorio que son propiedad de Cementiris de Barcelona -una empresa del Ayuntamiento- o construir un nuevo edificio.

El hecho de que el edificio sea del Arzobispado y no del Ayuntamiento complica la propuesta de los Comuns en la parroquia. Fuentes del Arzobispado consultadas por este medio han negado que la parroquia del Patriarca Abraham sea municipal, un hecho que han reconfirmado fuentes del gobierno de Jaume Collboni: «Es del Arzobispado». Posteriormente, los Comuns han añadido que no es estrictamente necesario hacer la funeraria en esta parroquia, sino que podría funcionar desde las instalaciones de Cementiris, una posibilidad más barata que adecuar la parroquia. El debate, consideran, no es dónde se haga la funeraria pública sino si se quiere ofrecer este servicio público.
Durante el primer mandato de Colau ya se intentó abrir una funeraria
La propuesta de abrir una funeraria pública en Barcelona por parte de los ecosocialistas no es nueva. Durante el primer mandato de Ada Colau como alcaldesa ya se intentó, pero el gobierno nunca encontró los apoyos políticos necesarios. Antes de las elecciones municipales de 2019, el pleno rechazó el proyecto, con el voto en contra del PSC y la abstención de ERC. Y en 2021 el concejal Eloi Badia reconocía que la propuesta solo se podría retomar cuando se pudiera contar con los acuerdos políticos necesarios.
Ahora, los Comuns lo vuelven a intentar y lo ponen como una de las condiciones para negociar los presupuestos municipales del próximo año. Fuentes de esta formación en el Ayuntamiento estiman que los costos para adecuar la parroquia del Patriarca Abraham serían entre tres y 3,5 millones de euros, una cantidad a la que habría que añadir la partida para comprar o alquilar el equipamiento. Desde el Arzobispado se han limitado a decir que el edificio es suyo y no han concretado si están negociando algo con el consistorio, como una posible compra. Tampoco el gobierno de la ciudad ha querido dar detalles de las negociaciones en curso con los Comuns. Fuentes de Junts en el consistorio apuntan que el Ayuntamiento habría intentado comprar el edificio, pero el Arzobispado no habría querido vender.

Las otras posibilidades donde Barcelona en Comú ha planteado hacer la funeraria pública son las instalaciones de Cementiris de Barcelona, que sería la opción más barata, y construir un nuevo edificio, que sería la propuesta más cara y la que menos gusta al grupo municipal que lidera Sanz. Ahora, los Comuns están a la espera de recibir la respuesta del gobierno: si el PSC está a favor de llevar adelante el proyecto y si está de acuerdo en concretar en qué lugar se puede hacer la funeraria. El debate no es la parroquia del Patriarca Abraham, el debate es si se quiere este servicio público sí o no. Es un debate político sobre si este servicio público se puede prestar, no sobre el equipamiento, sostienen fuentes de los Comuns.
«Es una barbaridad»
La calle de Jaume Vicens Vives divide el barrio de la Vila Olímpica del barrio del Poblenou. La parroquia está en el Poblenou, pero el equipamiento eclesiástico está muy vinculado a la Vila Olímpica. Durante los Juegos del 92, fue un espacio donde se ofrecieron servicios religiosos para todas las confesiones. A Jordi Giró, presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica, la idea de los Comuns de convertir la parroquia en una funeraria no le gusta. «Es una barbaridad y podría suponer tener que derribar el edificio», obra de Josep Benedito i Rovira. Según Giró, el templo debería recuperarse como un espacio de culto multiconfesional. «Se creó con esta idea». Y denuncia que el Arzobispado no hace mantenimiento o hace el mínimo, «Seguramente vería con buenos ojos que el Ayuntamiento se hiciera cargo». Ayuntamiento y Arzobispado trabajaban propuestas para aprovechar el edificio como equipamiento social, añade el dirigente vecinal.

Barcelona en Comú defiende la necesidad de hacer una funeraria pública en Barcelona por los costos elevados que supone un funeral en la capital catalana. Según los Comuns son unos 4.000 euros. A finales de 2023, el TOT Barcelona calculó que eran unos 4.400 euros en el caso de que la persona no tuviera contratada un seguro. Desde la formación de Sanz, aseguran que una funeraria pública permitiría abaratar un 30% el gasto, unos 1.300 euros. En parte, el costo elevado de un funeral es por el IVA del 21% por el que se tributa. El incremento se produjo en tiempos de Mariano Rajoy como presidente del gobierno español, pasando del 8 al 21%. En países como Portugal, Italia, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, los Países Bajos y Suecia, los servicios funerarios tienen consideración de esenciales y no tributan.
Mémora controla el mercado barcelonés
Actualmente, en Barcelona buena parte del mercado de la muerte lo controla Serveis Funeraris de Barcelona-SFB (Mémora), con tanatorios en Sancho d’Ávila, les Corts, Sant Gervasi y Collserola, ahora una empresa privada. Hasta 2011, el Ayuntamiento controlaba el 51% de SFB, pero ese año vendió el 36% de las participaciones a Mémora por 63,8 millones. El 15% restante, el consistorio se lo quitó de encima en 2020 por unos 28 millones, lo que supuso la privatización total de la sociedad mixta.