Ultimátum de Barcelona en Comú al gobierno de Jaume Collboni. Pocas horas antes de que comience la comisión extraordinaria de Economía y Hacienda, que debía servir para saber si en el año 2025 la ciudad dispondría de unas nuevas ordenanzas fiscales, el grupo municipal encabezado por Janet Sanz ha condicionado su voto favorable a que el ejecutivo del PSC renuncie a construir una nueva terminal de cruceros de lujo. La tramitación de las ordenanzas fiscales debe recibir la luz verde definitiva en el pleno de este viernes 20 de diciembre. Las negociaciones entre los Comuns y los socialistas podrían prolongarse hasta entonces. Pero si antes de que comience la comisión, los socialistas no hacen un gesto, esta tarde los Comuns podrían votar en contra, lo que supondría más presión para el PSC.
Hace unos meses, los Comuns habían puesto como condición para aprobar los presupuestos municipales de 2025 reducir en dos el número de terminales de cruceros del Puerto de Barcelona. Como recordó este miércoles Sanz en rueda de prensa, se trata de las terminales A y B, que son de titularidad pública. Según los Comuns, la eliminación de estas terminales permitiría reducir la llegada en un año de 267 cruceros y de unos 1,2 millones de cruceristas. Ambos partidos negociaban cerrar un acuerdo para hacer una propuesta al Puerto, pero el hecho de que Collboni haya valorado positivamente por escrito que se construya una nueva terminal de cruceros de lujo, ha dinamitado las negociaciones y ha repercutido de lleno en las ordenanzas fiscales. Ahora, las negociaciones están rotas, ha remarcado la presidenta de los Comuns en el Ayuntamiento.
Los Comuns esperan un gesto de Collboni
En las horas que faltan hasta las 16:00 horas de este miércoles, cuando está previsto que comience la comisión de Economía y Hacienda, Sanz ha dicho que esperarán que el gobierno haga un gesto y se posicione en contra de hacer esta terminal de cruceros de lujo. Sanz no ha adelantado el sentido del voto en la comisión, pero ha insistido en cuál es su condición y en que las ordenanzas fiscales donde deben aprobarse definitivamente es en el pleno del viernes.
En opinión de Sanz, plantear abrir una nueva terminal de cruceros de lujo en Barcelona es una propuesta «inasumible» para Barcelona en Comú. A su parecer, es negacionismo climático y clasismo, ya que los cruceros tienen un gran impacto medioambiental y en los barrios de la ciudad y las ganancias económicas que los cruceristas dejan en la ciudad son más bien escasas.
Sanz ha añadido que las ordenanzas fiscales que se han planteado para el próximo año tratan de «fiscalidad turística» y lo que no puede hacer el gobierno de Collboni es gravar más al sector turístico con una mano mientras con la otra valora positivamente hacer una nueva terminal de cruceros.
