La presidenta del grupo municipal de Esquerra Republicana de Catalunya, Elisenda Alamany, ha mostrado sus intenciones de presentarse a las primarias de ERC para liderar el partido en Barcelona y ser «alcaldesa» en 2027. En una entrevista en el diario Ara, Alamany ha revelado sus voluntades aunque ha descartado ser designada a dedo y que se someterá a los procesos internos «como cualquier otro militante de base» y ha asegurado que después del Congreso, «la gran mayoría de la gente ha pasado página» de la guerra civil en ERC y que están concentrados en las elecciones municipales de 2027. Alamany ha cargado contra el actual gobierno del PSC con Jaume Collboni como alcalde y los dos últimos de los Comuns, asegurando que estos gobiernos municipales «no han entendido» el «carácter» y la «personalidad» de la ciudad. De hecho, del actual alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, ha dicho que «ha venido a pacificar la ciudad después del mandato de Colau» pero «no ha habido grandes ideas ni proyectos».
Uno de los aspectos en los que ha puesto énfasis es el turismo, al que ha calificado de ser uno de los grandes problemas de Barcelona y que ha aprovechado para criticar al gobierno de la ciudad asegurando que «no hay un liderazgo público» para hacer frente a los retos que supone el impacto del turismo. «La política turística la están haciendo los hoteleros», ha sentenciado Alamany.

La política en el Estado español, marcada por la Generalitat
Alamany no se ha limitado a hablar de Barcelona y también ha destacado varias cosas de la política española. La secretaria general de ERC ha afirmado que la postura de los inspectores de Hacienda sobre la financiación catalana es «un chiste de mal gusto» y ha afirmado que todo sería más fácil con un presidente en el Gobierno de la Generalitat «que tuviera más ambición nacional que el presidente de Murcia». A pesar de eso ha señalado que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, está «muy desgastado» y ve muy difícil que pueda acabar la legislatura.