El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha constatado «el fracaso» de las políticas del gobierno de Jaume Collboni contra el sinhogarismo. Junts per Barcelona y Barcelona en Comú han forzado un Consejo Plenario extraordinario después de que se conociera el incremento importante de personas sin hogar en la capital catalana. El resultado es que toda la oposición -con la excepción de Vox- ha votado a favor de la iniciativa de Junts y los Comuns. La propuesta concluye que los planes municipales para combatir el sinhogarismo están marcados por «la inacción y la incapacidad de ofrecer respuestas adecuadas al crecimiento del número de personas que duermen a la intemperie».
El número de personas sin hogar en Barcelona no ha dejado de crecer. La semana pasada, Arrels Fundació explicaba que en el último recuento, realizado este mismo diciembre, habían detectado 1.982 personas durmiendo a la intemperie. Esta cifra supone un incremento del 43,2% respecto a hace dos años. El mismo Ayuntamiento reconoce el aumento y sitúa el número en cerca de 1.800 sin hogar en noviembre, un 33% más que hace un año. Este jueves, 24 horas antes de la celebración del pleno, el gobierno de Collboni impulsó la creación de una Mesa de Ciudad para abordar el sinhogarismo que contará con la participación del síndico de Barcelona, David Bondia; entidades sociales, sindicatos, la FAVB (Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona), colegios profesionales y personas expertas.
Los desahucios desembocan en sinhogarismo
En su intervención la concejala de Junts Assumpció Laïlla ha dicho que la situación es de emergencia y ha criticado la falta de liderazgo del gobierno. Y desde las filas de Barcelona en Comú, la edil Carol Recio ha puesto el énfasis en el hecho de que las personas que viven en la calle son la punta del iceberg del sinhogarismo y ha asegurado que es un problema derivado de la crisis de la vivienda. «Una de cada tres personas sin hogar que hay en la calle es fruto de un desahucio».

El pleno ha aprobado la necesidad de impulsar un plan de acción para el resto del mandato con un presupuesto de 60 millones y recursos específicos en toda la ciudad, especialmente un centro de baja exigencia (una especie de albergue) en cada distrito, y el refuerzo del programa de alojamientos para las personas sin hogar, Housing First (Primero la vivienda).
También plantea el incremento de equipamientos específicos para jóvenes y personas con adicciones, la movilización de contingentes específicos de la bolsa de pisos destinados a emergencias sociales, y una estrategia de actuación específica para las personas que llevan poco tiempo en la calle, entre otras. E instar al departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya a incrementar la aportación económica a los entes locales, en materia de lucha contra el sinhogarismo.
El gobierno dice que la oposición hace teatro
La teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Raquel Gil, ha dicho que la oposición hace teatro, lo que le ha supuesto duras críticas por parte de Junts. Según Gil, Barcelona sola no acabará con el sinhogarismo y ha pedido «una corresponsabilidad del resto de administraciones», tal como ya explicitó hace unos días la síndica de greuges de Catalunya, Esther Giménez-Salinas. La defensora cree que es necesario un acuerdo de país para abordar el fenómeno.
ERC dice al gobierno que espabile
La concejala de ERC Eva Baró ha dicho al gobierno municipal que «espabile» y ha propuesto destinar un 25% de los 50 millones que están previstos para tanteo y retracto -para comprar viviendas- se utilicen para impulsar el programa Housing First, en el cual se busca alojamientos para las personas sin hogar. Desde el PP, el concejal Antonio Verdera ve necesario que se descentralicen los recursos para las personas sin hogar, y ha criticado que el ejecutivo socialista haya impulsado la Mesa de Ciudad 24 horas antes del pleno. «Es un gesto que debía hacerse o después del pleno o un año antes, no 24 horas antes». Y Vox, en boca del concejal Liberto Senderos, ha vinculado el crecimiento del sinhogarismo a la inmigración ilegal. Para el partido de ultraderecha, para frenar el incremento de personas sin hogar es necesario controlar el efecto llamada de inmigrantes.

