A finales de marzo, el alcalde Jaume Collboni dio a conocer los ejes principales del Plan de Barrios en la capital catalana para los años 2025-2028. Con una inversión de unos 300 millones de euros, prevé 315 actuaciones en 27 barrios de la ciudad. Pero si por algo destaca la nueva edición del Plan de Barrios es porque se centra en el distrito de Ciutat Vella, con una transformación integral de los cuatro barrios –Raval, el Gòtic, Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, y la Barceloneta-, con un presupuesto de 30 millones de euros para cuatro años. Del total, 20 millones serán para inversiones en el espacio público y los 10 restantes se destinarán a acciones sociales.
El objetivo principal es reducir las desigualdades, «combatir la pobreza», ha dicho el comisionado del Pacto por Ciutat Vella Ivan Pera. Según el político del PSC, mano derecha del concejal Albert Batlle en el distrito, el «compromiso» es abordar la pobreza con políticas públicas, «estableciendo prioridades» y buscando los recursos necesarios. Más allá de las reformas previstas en el espacio público, se desarrollarán políticas para las personas y se buscará construir comunidad. Los retos principales son la vivienda y el cuidado de la población escolar, las mujeres, los inmigrantes y los colectivos más vulnerables. Una de las políticas para reducir la pobreza será fomentar el empleo.

La reforma de la calle de Pepe Rubianes
Algunos de los proyectos destacados que se ejecutarán hasta 2028 son, en el ámbito del espacio público, la reurbanización de la calle de Pepe Rubianes (con un proceso participativo previo), la segunda fase de la reforma del Pou de la Figuera para convertirlo en un punto de dinamización social, la adecuación de la pista deportiva Sant Bartomeu, las urbanizaciones de las plazas de los Fotògrafs Català y de Antoni Genescà i Coromines, y la apertura de un nuevo espacio en la calle de Maria Casas i Mira, antes la calle de Sant Rafael. La remodelación de la calle de Princesa, anunciada por el alcalde hace unas semanas, «es un proceso de largo recorrido» y se ejecutará en el mandato municipal siguiente, a partir de mediados de 2027.
Ciutat Vella está ejecutando transformaciones importantes, con la reforma de la Via Laietana, cuyas obras terminarán este mes de junio después de más de tres años, y la de la Rambla, que se prevé que esté finalizada en febrero de 2027. Hace una semana también comenzó la rehabilitación del Teatre Arnau, que debería reabrir a lo largo de 2027. Todos estos proyectos no forman parte del Plan de Barrios.

Un nuevo equipamiento de enseñanzas musicales en el Raval
Por otro lado, en los campos de la educación y la cultura, está prevista la adecuación del patio del Institut Escola Elisabets, la mejora de la pista del Institut Pau Claris y la creación de un nuevo equipamiento de enseñanzas musicales en el Raval. También se iniciará el proyecto Lletres bressolades para dinamizar la lectura en la pequeña infancia y sus familias.
Las políticas de vivienda y rehabilitación serán una de las prioridades, principalmente a través del programa Finques d’Alta Complexitat (FAC), que en las dos ediciones anteriores representó una inversión total de ocho millones de euros. También se trabajará con las comunidades de vecinos para reforzar la convivencia y la red vecinal existente, y se promoverá la formación ocupacional en rehabilitación de viviendas, «con profesiones vinculadas a la transición energética», subraya el Ayuntamiento en una nota de prensa. Precisamente, en Ciutat Vella se llevará a cabo una prueba piloto durante la rehabilitación de las viviendas de la calle Om. Y una herramienta pensada especialmente para los jóvenes es el modelo de escuelas de segundas oportunidades, a través del programa Tastet d’ofici.

Refugios climáticos
En las transformaciones urbanísticas del espacio público se introducirán criterios medioambientales, con espacios de sombra que serán temporales o permanentes. Al mismo tiempo también abrirán, a partir del verano y durante las vacaciones de Navidad, como refugios climáticos la biblioteca Francesca Bonnemaison, en Sant Pere, Santa Caterina, la Ribera; y la biblioteca de Sant Pau, en el Raval.




