El gobierno de Barcelona ha presentado un presupuesto de 3.854 millones de euros para 2025. El ejecutivo destaca que un año más vuelven a ser los presupuestos «más altos de la historia» de la ciudad, a pesar de que esta vez el crecimiento es de solo un 1,2%. Las cuentas de 2024, que Collboni aprobó mediante cuestión de confianza, eran cerca de un 6% más altas que las últimas cuentas de Colau. A pesar del aumento de millones, la inversión cae cerca de 50 millones hasta los 726 millones, según ha explicado el teniente de economía, Jordi Valls, porque caen las transacciones de los Next Generation.
«Es un presupuesto ambicioso, transformador, social y sobre todo progresista», ha dicho Valls, que ha descrito las cuentas como «el presupuesto del tranvía» y ha señalado la ambición «en materia de vivienda». El gobierno aumenta la partida económica destinada al transporte público hasta los 256,3 millones y apuesta por tener la ampliación del tranvía hasta el paseo de Gracia este mandato. La partida en vivienda crece significativamente hasta los 201,3 millones. Valls asegura que este crecimiento permitirá entregar 1.000 viviendas protegidas más. El socialista también ha confirmado que habrá un refuerzo de la Guardia Urbana, sobre todo en horas nocturnas y en el área del eje Besòs, tal como pedía este miércoles ERC. La partida en seguridad es de 421,9 millones. El Ayuntamiento también plantea una inversión de 907 millones para políticas sociales, educativas, culturales y de deporte.
Negociaciones estancadas
Las cuentas recogen la mayoría de peticiones que ha hecho ERC y algunas de los Comuns, ha dicho Valls, que insiste en que «continúan las conversaciones». El viernes a primera hora hay una nueva reunión programada con BComú, que minutos después de la comparecencia ha criticado que el PSC «no ha incorporado» ninguna propuesta suya. En todo caso, Valls ya ha descartado aceptar una reforma del 30%, tal como piden los de Janet Sanz. «Es un tema importante, pero no es un tema de discusión dentro del marco presupuestario», ha remarcado el socialista. El responsable de la política económica del gobierno municipal no ha aclarado si retirarán la aprobación inicial de las cuentas de la comisión del miércoles –donde deberían aprobarse inicialmente– si finalmente no hay acuerdo, ni tampoco si llegado el momento el ejecutivo optará por ampliar, ya de forma definitiva, la prórroga de las cuentas de 2024. En este sentido, Valls ha hecho una advertencia: «Nosotros no renunciaremos a gobernar con presupuesto o sin presupuesto».

La opción de la prórroga
El ejecutivo ha acelerado para poder tener presupuesto este enero. De hecho, el mismo Collboni apuntaba el domingo que las cuentas pueden ser cuestión de «semanas». El alcalde defiende que hace cuatro meses que habla con los grupos de la oposición, sobre todo con Barcelona en Comú y ERC, y avisa que no alargará la negociación de forma «innecesaria o indebida». Las conversaciones con ERC evolucionan favorablemente, pero la negociación con los Comuns amenaza con repetir el espectáculo de las ordenanzas fiscales, cuando los Comuns exigieron un acuerdo sobre terminales de cruceros que se materializó a última hora. Los de Janet Sanz quieren incluir la funeraria pública –un proyecto mal visto por el PSC– en las cuentas de Collboni y exigen que no se toque la normativa del 30%, cuyo redactado no convence al PSC.
Las cuentas deberían llevarse a votación inicial a la comisión de economía del próximo miércoles. Si no se aprueban, el ejecutivo podría incluso plantearse la prórroga presupuestaria, una opción que planea sobre el ambiente y que algunas voces socialistas no descartan a estas alturas. En caso de efectuarse una hipotética prórroga, sería el segundo año en que Collboni no consigue reunir una mayoría para aprobar sus cuentas. Los números de 2024, sus primeros presupuestos como alcalde, se aprobaron finalmente vía cuestión de confianza.