El conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, se ha sumado a la avalancha de críticas que ha recibido el gag catalanófobo representado durante el acto organizado por el Ayuntamiento de Barcelona para presentar el informe anual del Observatorio municipal contra las Discriminaciones. Partidos, entidades y personalidades catalanas han arremetido con dureza contra el sketch, en el cual una persona intenta, en español, ser atendida por servicios médicos y administrativos públicos, pero no lo consigue porque le piden que hable en catalán. La realidad, sin embargo, es justamente al revés, ya que mucha gente se ve obligada a hablar en español al médico porque el facultativo no le entiende cuando lo hace en catalán.
“Comparto mi profundo malestar por el sketch sobre el catalán con todos aquellos que, como yo, os habéis sentido heridos al verlo”, dice Vila en un mensaje publicado en la red social X. El conseller da por buenas las explicaciones del Ayuntamiento de Barcelona y celebra que “se ha desmarcado” con “rapidez”, a pesar de ser un acto organizado por el mismo consistorio. “Creo que los planteamientos de este sketch distorsionan gravemente la realidad y son ofensivos y profundamente injustos para los profesionales y los voluntarios lingüísticos que se esfuerzan cada día por facilitar el aprendizaje de la lengua a las personas recién llegadas. Este tipo de manifestaciones solo perjudican la convivencia y la cohesión social”.
Comparteixo el meu profund malestar per l’esquetx sobre el català amb tots aquells que, com jo, us heu sentit ferits en veure'l. En aquest sentit, valoro la rapidesa en què l’Ajuntament de Barcelona se n'ha desmarcat. Crec que els plantejaments d’aquest esquetx distorsionen…
— F. Xavier Vila (@VilaFx) July 10, 2025
El Ayuntamiento dice que el gag está amparado por la libertad de expresión
El gobierno municipal se ha desmarcado del gag y ha dicho que en “ningún caso” representa la visión que tiene el Ayuntamiento sobre el catalán, pero evita criticarlo abiertamente y lo enmarca dentro de la “impresión satírica” que hace la compañía de teatro bajo el amparo de la “libertad de expresión”.
