La Supermanzana de Consell de Cent, la transformación Vía Laietana, la ZBE, la tasa de residuos, las multiconsultas, subvenciones a entidades, rotura de las relaciones con Tel Aviv… La lista de litigios judiciales administrativos y penales contra el Ayuntamiento de Barcelona y contra quien ha sido alcaldesa de la ciudad durante ocho años y algunos de sus concejales es larga. En concreto, 15 acciones judiciales penales desde 2018, de las cuales, 5 restan abiertas. Desde 2015, el consistorio ha afrontado 1.800 contenciosos–administrativos de media cada año, según datos facilitados al TOT Barcelona por el equipo de gobierno anterior a Jaume Collboni. Una cifra de litigiosidad judicial que, literalmente, dobla la que se registró entre el 2011 y el 2015 bajo el mandato de Xavier Trias, cuando la media de litigios se situó en 900 por año.
Marc Serra, ahora regidor en la oposición por Barcelona en Comú, y exedil de Derechos de Ciudadanía y Participación, explica al TOT Barcelona que considera que este aumento notable de la litigiosidad escondía razones de batalla ideológica. «En los últimos años, cualquier acción por parte del gobierno en ámbitos como la salud pública, la salud bucodental, los establecimientos turísticos o la participación ciudadana, entre otras, ha chocado con aquello que, a nuestro entender, es mala fe procesal a los juzgados. Se presentan contenciosos de forma sistemática y en varios juzgados, para acabar dilatando en el tiempo proyectas que BComú llevaba al programa electoral”.
Sobre los impulsores de los procesos judiciales, Barcelona en común alerta que hay un cambio notable entre el mandato de Xavier Trias y los dos de Ada Colau, a pesar de que «la resistencia a los cambios siempre está». Marc Serra argumenta que «con Trias la resistencia a los juzgados la ejercían las entidades vecinales y los movimientos ecologistas, contra procesos especulativos que afectaban varios colectivos, pero ahora se trata de una respuesta coral de los grandes lobbies económicos como Barcelona Abierta o Fomento del Trabajo, que a nuestro entender no defienden intereses colectivos, sino particulares y partidistas, con el objetivo de generar oposición al gobierno para hacerlo caer». El regidor de los Comuns también detalla que los servicios jurídicos del Ayuntamiento «nos confirma que las cifras, 1.800 litigios anuales, son inéditas».
Acciones penales contra Colau y su equipo
En cuanto a las acciones penales que han afrontado y todavía tienen que afrontar miembros del ejecutivo de Ada Colau, Marc Serra remarca que ve «un salto de escala» respecto al mandato de Xavier Trias. «Hasta ahora no se había acusado nunca un alcalde de Barcelona por un tema penal. Con Ada Colau se han saltado todas las convenciones, y todo sin pruebas y de forma reiterada, con una finalidad claramente de oposición partidista». A parecer del regidor de Barcelona en común, detrás de las 14 acciones penales contra el gobierno de los Comunes -hay 5 causas abiertas todavía- hay una «voluntad de generar una sospecha porque se equipare a Ada Colau y Barcelona en común a otros políticos que sí que han tenido que pasar por los tribunales por corrupción». Y pone un ejemplo con la Supermanzana del Eixample: «Se investiga Coláis por prevaricación y fraude, y esto hace que un ciudadano que no está muy informado piense que se ha enriquecido, cuando en realidad es solo una supuesta irregularidad administrativa que hay que demostrar», argumenta Serra en conversación con el TOT.

¿Cuáles son las cinco causas penales todavía abiertas contra Ada Colau o alguno de sus regidores?
Querella de London Private Company y los Padres Paúls contra Janet Sanz, en fase de instrucción: para evitar la construcción de un hotel de lujo en la Casa Buenos Aires. Se lo acusa de prevaricación, obstrucción a la justicia y omisión del deber de perseguir delitos.
Querella de Vauras Investment S.L. contra Ada Colau, Lucía Martín, Marc Serra y la responsable del departamento de Disciplina de Vivienda e inspección, archivada el 2020 y reabierta por la Audiencia Provincial el abril de 2022: actuación del consistorio en relación con el edificio de la calle Lleida. El fondo acusó de hasta ocho delitos, pero la juez consideró que se habían atribuido «sin rigor ni precisión» y la archivó el 2020. El 2022 fue readmitida por la Audiencia Provincial por presuntas coacciones y prevaricación.
Denuncia de la Asociación Por la Transparencia y la Calidad Democrática contra Ada Colau, archivada el julio 2022, pero reabierta el noviembre de 2022: acusación de subvencionar entidades como el Observatorio DESC, la PAH o la Alianza contra la Pobreza Energética por prevaricación, fraude en la contratación, malversación de fondos públicos, tráfico de influencias y organización criminal.
Querella de Acebillo contra Supermanzana (ejes verdes) por un delito urbanístico.
Suspensión de las relaciones con Tel Aviv: La misma querella para suspender relaciones con Tel Aviv que la Audiencia Nacional archivó, los impulsores la presentaron al Juzgado de Instrucción, que lo ha admitido a trámite.

TriasXBarcelona: “La razón es la alergia a la negociación”
Pero desde el partido de Xavier Trias hay una visión totalmente opuesta a la que tienen a las filas de Ada Colau sobre el porqué de este incremento notable de los litigios judiciales contra el ejecutivo municipal en estos últimos ocho años. En conversación con el TOT Barcelona, el portavoz de TriasXBarcelona, Jordi Martí Galbis, lo atribuye a una diferencia en el talante político de ambos alcaldes: “Trias fue el alcalde de todo el mundo y tuvo como norma básica el diálogo, el acuerdo y la negociación. No es que el movimiento vecinal nos hiciera guerra y los poderes económicos nos adularan, es que las cosas se hacían diferente. Los Comuns y Colau han actuado durante ocho años de manera sectaria en mayúsculas, son gente que no tiene el diálogo como divisa política, son alérgicos a la negociación y el acuerdo”, sentencia el portavoz.
Además, Martí Galbis remarca que los contenciosos judiciales y penales de estos últimos años “no son solo de lobbies económicos, sino de la sociedad en general”, y recuerda que si recurren a la justicia no es “por placer, sino porque se pueden estar vulnerando sus derechos”. “Los litigios judiciales son caros y arriesgados, a nadie le gusta perder contenciosos contra alguien tan potente y con tantos recursos como el Ayuntamiento de Barcelona”, remacha el portavoz de Junts en la capital.