Las elecciones han teñido Barcelona de rojo. La victoria socialista es abundante y solo en un distrito, Sarrià-Sant Gervasi, se impone otra fuerza (PP). Es la gran novedad de un mapa que en las últimas elecciones se había dividido en varias formaciones. En las municipales, el verde de Junts –liderato por Xavier Trias– y el lila de los Comunes le compitieron el liderazgo al rojo del PSC. Lo mismo ha pasado en anteriores comicios, también con ERC capaz de llevarse algún distrito. En todo caso, un hecho que no se ha repetido esta vez.
A pesar de las situaciones pasadas, hay un distrito que se mantiene fiel al PSC elección tras elección. Solo en 2015, con la aparición a escena de Colau por primera vez, y el 2017, con el plebiscito post 155, el distrito acabó en manos de los Comunes y Ciudadanos, respectivamente. Pero dos años después ya volvió a manos socialistas y el 23J ha confirmado su liderazgo: el 43,42% de los vecinos de Nou Barris ha optado porla papereta del PSC. De hecho, incluso en este fiel distrito se ha notado la polarización de la campaña. Durante las municipales, Collboni consiguió el 31% de los votos, más de diez puntos menos que Meritxell Batet este domingo.
Los resultados en Barcelona
El PSC ha conseguido uno de cada tres votos, doblando prácticamente la segunda opción más votada. Sumar, con Yolanda Díaz y Ada Colau como caras visibles de la coalición, ha obtenido el 16,9% de los votos. El PP, impulsado por su resultado en Sarrià, ha conseguido la tercera posición con el 15,88% de los sufragios. Por otro lado, el independentismo sufre uno de los batacazos recientes más importantes (ERC 12,8% y Junts 10,35%). Todavía más lejos encontramos el resultado de la extrema derecha, que ha obtenido un 5,88% de los votos de la mano de Vox. Barcelona también ha dado la espalda, tal como pasó durante las municipales, a la Cup (2,66%) y hunde las aspiraciones del PDeCAT (1,21%).
