La alcaldesa de Barcelona y candidata de los Comuns, Ada Colau, ha presentado este lunes un plan de choque por regular la actividad turística en la ciudad. Este paquete de medidas tiene el objetivo de dar un paso más en las políticas de regulación de este sector de la economía que el ejecutivo ha impulsado durante los últimos dos mandatos.
«Nos gusta ser una ciudad con turismo, pero no queremos ser una ciudad con masificación turística y tener dependencia del turismo«, ha asegurado Colau, que ha comparecido ante los medios desde el mirador del alcalde de Montjuïc y acompañada de la teniente de alcaldía y número 3 de la lista de los Comuns, Janet Sanz.
La líder de Barcelona En Comú ha precisado tres de estas «medidas de mínimos» que integrarán su plan de choque turístico: el rechazo a la ampliación del aeropuerto, el decrecimiento de la actividad de los cruceros a 200.000 cruceristas al mes y la modificación de la ley catalana para poder revocar licencias de pisos turísticos desde el Ayuntamiento. Sobre este último punto, Colau ha apuntado que hay zonas como Ciutat Vella donde hay que decrecer y revocar licencias porque hacen falta más pisos para los vecinos y más comercio de proximidad. «Hay que convencer a la Generalitat para que los ayuntamientos podamos revocar algunas de las licencias que hoy operan de forma legal», ha defendido.
Emplazamiento a ERC y el PSC
En este sentido, la alcaldesa ha señalado que la mayoría de los apartamentos turísticos de la ciudad están en manos de medios o grandes tenedores, que pueden tener 5, 10 o más pisos. La propuesta de BComú plantea hacer un análisis y poder revocar licencias en algunas zonas, de forma «garantista y rigurosa» y según criterios «de impacto» en la vida en los barrios. Para sacar adelante esta medida, Colau ha pedido a ERC y el PSC que apoyen esta modificación legislativa que otorgue esta opción en los ayuntamientos. «Tenemos mayoría para hacerlo posible», ha dicho. Según la alcaldesa, es una «buena noticia» que las dos formaciones hablen ahora de limitar el turismo, pero hacen falta medidas «concretas».
