Ciudadanos ha tocado fondo después de unos resultados francamente malos en Barcelona. La candidatura de Anna Grau no ha sabido cambiar las encuestas y ha cerrado la noche electoral con solo 7.366 votos (1,10%). Cs pierde a todos los niveles, con unos resultados muy alejados de los que consiguió Manuel Valls en 2019. El exprimer ministro francés consiguió ganar en Sarrià – Sant Gervasi con el 24% de los votos, un resultado infinitamente mejor al que ha conseguido Grau este año. Cs se ha quedado con solo el 0,84% de los votos de este distrito, donde Xavier Trias ha arrasado. El mejor resultado lo ha conseguido a las Corts, aunque con solo un 1,75% de los votos.
Hay un ejemplo bastante paradigmático que explica la derrota histórica del partido naranja, que ha pasado de ganar unas elecciones en el Parlament de Catalunya en 2017 a ser superado por PACMA –Partido animalista con el medio ambiente– en seis distritos de la ciudad: Ciutat Vella, Sanr Andreu, Nou Barris, Horta – Guinardó, Gracia y Sants – Montjuïc. PACMA se ha quedado, en líneas generales, a solo 142 votos del partido naranja.
Problemas internos durante la campaña
Ciudadanos ha intentado revivir con un discurso estrambótico que, por instantes, se ha llegado a consolidar en el debate general. Desde un primer momento ha situado las ocupaciones como uno de los problemas principales de Barcelona, a pesar de los sondeos y las críticas vecinales. En todo caso, con el paso de los días, los problemas internos han aflorado de nuevo, con un grupo importante de militantes que se ha ido al PP. Y en medio de esta derrota, el presidente del grupo municipal, Paco Sierra, ha pasado a hacer campaña con Daniel Sirera (PP).
Todo ello ha ido menguando la moral de un partido que no ha conseguido revertir la mala tendencia de los últimos años. En el resto de Cataluña, las noticias no son mucho mejores. Ciudadanos pierde prácticamente todos los regidores que tenía en los Ayuntamientos. De los 245 que obtuvo el 2019 ha pasado a los solo 10 de este 2023.