La CUP Barcelona plantea en su programa electoral de cara las elecciones del 28M «reducir a la mínima expresión la viabilidad» de los actuales pisos turísticos de la ciudad de Barcelona, es decir, intentar que el número de pisos que se destinan al turismo en la capital catalana sea lo menor posible. Y su propuesta va más allá, puesto que también implica cerrar y regular algunos de los pisos que están en funcionamiento actualmente en la ciudad.
El grupo municipal liderado por el alcaldable Basha Changue propone actuar de raíz: cerrar los apartamentos turísticos que están ubicados dentro de comunidades vecinales y, en el mismo momento, recuperar las residencias destinadas a los estudiantes que hoy en día se usan para acoger turismo en la ciudad. Su objetivo con esta última propuesta es que estas residencias sean «públicas finalmente» y vayan destinadas a todos aquellos estudiantes que no puedan asumir el coste de vivir en un piso en la ciudad.
«Son unas medidas que se pueden aplicar a corto plazo, pero que tienen la mirada puesta a la impugnación total» del modelo que ha adoptado la ciudad durante los últimos años respecto al turismo, explican desde la CUP. En este sentido, en referencia al turismo también, desde el grupo municipal de Changue también pretenden aumentar la «tasa turística» y destinar el dinero recaudado a construir vivienda social.
El caso de la calle Tarragona
Hace unos días se supo que un juez había dado permiso a un gran tenedor, la inmobiliaria Gallardo, por abrir 120 pisos turísticos en Barcelona, concretamente al número 84 de la calle de Tarragona. Y las personas que se ven afectadas por esta problemática son todas aquellas que viven actualmente en este bloque de pisos. La previsión es que tengan que marchar cuando se acaben los contratos de alquiler, a pesar de que algunos podrían verse empujados a hacerlo antes.
