Creu Camacho lidera la candidatura Dignitat Republicana en las elecciones a la Federación de Barcelona de ERC. Dignitat Republicana se enfrentará a la lista junquerista que encabezan la concejala Eva Baró y la consejera del distrito de Sant Martí Lourdes Arrando. Presidenta del casal republicano del Eixample y con años de experiencia en el ámbito de la salud, Camacho es militante de ERC desde 2005 y aspira a convertirse en la nueva presidenta de la federación barcelonesa de ERC. Además de ella, la candidatura incorpora como número 2 a Miquel Colomé. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, es profesor de instituto y un histórico del republicanismo de Gràcia, donde el mandato municipal pasado fue consejero de distrito. También forma parte de la lista la concejala Rosa Suriñach, quien en caso de ganar sería la presidenta de la Asamblea de ERC en la ciudad, un órgano participativo. En esta entrevista, Camacho defiende que ERC debe recuperar el poder de la militancia y el asamblearismo y opina que el partido no debe entrar en el gobierno de Jaume Collboni. En todo caso, sí cree que la consulta a la militancia que se pospuso debe hacerse, porque no es un proceso cerrado.
¿Cuáles son los principales ejes de su candidatura?
Recuperar el protagonismo de la militancia, su libertad y sus principios republicanos.
Ustedes hablan de recuperar el asamblearismo en ERC. ¿Se ha perdido?
Sí, bastante. Nosotros queremos poner la voz del militante en el centro de todo lo que hacemos. Y eso últimamente no ha sido así. Queremos que la militancia en cada proceso de decisión tenga voz y voto. Los valores republicanos deben ser el eje de Barcelona y llamamos a la militancia a defender la democracia interna.
¿Por qué motivo piensa que se ha perdido el asamblearismo?
Un ejemplo es el pacto con Collboni. A nosotros no se nos han llegado a preguntar muchas cosas. Nos hemos enterado de ellas porque las hemos visto publicadas en la prensa.
Su candidatura nació en la cola del Orfeó Martinenc del 13 de junio del año pasado. Aquel día, la Federación de Barcelona había convocado a la militancia para avalar o no el preacuerdo de gobierno con el PSC. Aquel congreso se suspendió y no se ha vuelto a convocar nunca. Ustedes, si ganan, quieren volver a convocarlo antes del verano.
Es una de las ideas que tenemos, que la militancia vote. La idea sería hacerlo antes del verano. Pero primero hablaríamos y revisaríamos el pacto al que llegó el grupo municipal con el PSC. Lo debatiríamos, lo llevaríamos a la militancia y luego se votaría.
Faltando dos años para las elecciones, ¿a ERC le conviene entrar en el gobierno municipal?
Nosotros creemos que no, ERC no debe entrar en el gobierno municipal, pero tenemos el deber de cerrar este proceso. Este proceso no se pudo hacer el día 13 de junio de 2024. Tendremos el deber de comenzar nuestro trabajo en la Federación de Barcelona poniendo esto ya sobre la mesa. Es más el cómo que el qué.

Por tanto, harían una votación para cerrar este proceso.
La militancia debe decidir. Este debe ser el primer gesto de nuestro trabajo hacia la militancia.
¿Le falta personalidad a ERC Barcelona? El otro día decían que se debía dejar de ser un apoyo del PSC, de los Comunes, de Junts…
ERC Barcelona debe tener un modelo propio de ciudad y debe ser con identidad republicana. No hay más.
¿Pero cree que actualmente el grupo municipal de Esquerra es un apoyo del gobierno municipal? ERC es el único que ha votado a favor de los dos presupuestos de Collboni y cerró un preacuerdo de gobierno con el PSC.
Cuando estás en el grupo municipal debes hablar y llegar a acuerdos. Nosotros, si ganamos, lo primero que haremos será tener identidad propia y luego hablaremos con quien sea necesario.
¿Diría que ERC es un partido dividido o fracturado?
Ha habido un proceso anterior -el congreso nacional para elegir la nueva dirección- en el cual se presentaron tres candidaturas. Es importante que haya este debate dentro de un partido político. Las discrepancias y las maneras de hacer diferente ayudan y suman. Pero este proceso ya se ha cerrado y ahora estamos para trabajar y construir, tanto políticamente como con la militancia. Queremos seguir adelante y no perder el tiempo, y que ERC tenga un futuro mejor.
Habla del congreso de diciembre que ganó la candidatura de Oriol Junqueras y Elisenda Alamany.
Sí. Todos tenemos un objetivo común, que es fortalecer el partido. Una vez terminado este proceso, no podemos perder el tiempo y lo que queremos es hacer de Esquerra una herramienta útil que pueda remontar electoralmente y ganar las elecciones municipales de 2027.

En aquel congreso, Junqueras ganó con un margen muy estrecho. Nueva Esquerra Nacional consiguió el 42% de los votos. Este resultado parece indicar que el partido está dividido en dos mitades.
En aquel momento se votó, pero el republicanismo tiene eso. Una vez acabado este proceso, vamos todos en la misma dirección, a fortalecer el partido, que es lo que nos toca ahora. Estamos a las órdenes de lo que manden Oriol Junqueras y Elisenda Alamany, como no puede ser de otra manera.
Si ganan, ¿cuál será la primera decisión que tomarán dentro de la Federación de Barcelona?
Hacer el congreso, la votación para votar la entrada o no en el gobierno de Jaume Collboni. Y hacer el equipo de campaña, comenzar a preparar el equipo para las elecciones de 2027.
¿Qué ideas tienen sobre esta cuestión?
En 15 días, después de ser elegidos, queremos crear un equipo de campaña para empezar a dibujar la estrategia. Y un equipo de trabajo que haga toda la parte de propuestas políticas: ver la reflexión de la militancia, de los distritos, la relación de los distritos con las entidades… Si salimos elegidos, en primer lugar, haremos el congreso que se pospuso. Lo haremos antes del verano. Y, en segundo lugar, iniciar este trabajo de impulso. Si salimos, lo primero que hará la militancia será recuperar la ilusión. Si ganamos, será un revulsivo para que la militancia se active.
Uno de los temas más graves que ha vivido ERC en los últimos años son los carteles del alzheimer, de Ernest y Pasqual Maragall. Como militante, como presidenta del casal del Eixample y como candidata a la Federación de Barcelona, ¿cómo ha vivido esta situación?
Viví el caso de los carteles del alzheimer con mucha pena y mucho dolor por el hecho de que esto haya salido de mi partido. No puedo entender de ninguna manera que se pueda hacer una campaña de contraste con este tema. Ha sido muy doloroso.
Este mes de marzo se presentaron las conclusiones de la Comisión de la Verdad sobre el caso de los carteles. ¿Qué le pareció?
Lo escuché. No me ha quedado aclarado. No hay nombres. Es un tema aún por resolver.
Desde la Federación de Barcelona, ¿se podría hacer algo con este tema?
Hay una serie de órganos propios del partido. La competencia es nacional. Nosotros, como Barcelona, podemos hacer llegar el desacuerdo, la exigencia de la militancia de querer saber al final nombres, apellidos y cómo ha ido, pero no podemos interpelar ni entrar a solucionar o pedir nada al ámbito nacional del partido.

Más allá de recuperar la voz de la militancia, ¿qué otros ejes programáticos llevan en su candidatura?
Defendemos la democracia interna y la división de poderes. Los cargos de la Federación de Barcelona no pueden tener cargos públicos. Nosotros no somos funcionarios políticos. La gente que impulsa Dignitat Republicana son simplemente militantes, personas republicanas con estos principios que quieren sacar adelante este proyecto. El grupo municipal de ERC y la Federación de Barcelona deben estar separados. La Federación es la parte política, quien toma las decisiones y las comunica al grupo municipal.
¿Detrás de Dignitat Republicana, quién hay?
La militancia de base. Militantes con su trabajo, militantes ilusionados con ganas de trabajar.
¿Representantes de Foc Nou o de Nova Esquerra Nacional, hay?
En el congreso nacional, voté Foc Nou. Si eso es un representante…
¿Tienen gente de estas candidaturas que les apoyen?
Nosotros no tenemos a nadie detrás. Sí que nos llegan mensajes de todas partes para que sigamos adelante.
Una persona que sí les ha apoyado públicamente ha sido Alfred Bosch. ¿Juega algún papel en la candidatura?
No. Le agradecemos el apoyo. Es un militante más. Estamos nosotros, la militancia.
¿Cuáles serían los ejes principales de ciudad para ustedes que se deben abordar en Barcelona y tratar en la campaña de las municipales de 2027?
Un tema principal que se debe tratar es la vivienda. Es necesario garantizar la igualdad de oportunidades en el ámbito de la vivienda y abordar la crisis climática, la red de movilidad activa, el transporte público y el catalán. Es una herramienta cultural esencial que debe estar representada en toda la ciudad. También es muy importante el feminismo y hacer una ciudad más cohesionada, igualitaria.
Ustedes llevan en su candidatura a la concejala Rosa Suriñach. La otra lista está encabezada por otra concejala, Eva Baró. Es un grupo municipal de cinco personas. ¿Esto puede provocar algún conflicto interno en el Ayuntamiento?
Conociendo a Rosa Suriñach, no. Es una mujer que va a trabajar al grupo municipal. Hace su trabajo. Es muy prudente, es una persona muy tranquila. Lo vivimos como un proceso democrático. Esto no solo pasa en el grupo municipal, pasa en todos los casales de Barcelona. Tenemos amigos y compañeros con quienes tomamos cervezas o vamos a tomar un café y no piensan como nosotros. Rosa lo vivirá con normalidad, igual que Eva Baró y el resto de concejales. Es un proceso y un derecho democrático y cada quien se sitúa en la postura que quiere representar.
¿Cuál es el proceso hasta que se hagan las votaciones el 26 de abril?
Se pueden recoger avales hasta el 22 de abril. En paralelo, esta semana hemos comenzado a hacer las presentaciones en los casales de ERC. El día 24 habrá un debate con la otra candidatura. El 26 se vota y el día 27, los resultados se oficializan y se presenta la nueva ejecutiva.
Comenta que hay un debate el día 24.
Será abierto a la militancia y se hará en la sede de la Federación, a las 19.00 horas.
¿Qué importancia le dan al feminismo en su candidatura? La otra candidatura está liderada por dos mujeres, destacaban que su lista está formada por un 60% de mujeres y que en caso de ganar dispondrán de una adjunta a la presidencia para abordar estas cuestiones?
Una candidatura feminista no es solo que haya mujeres. Es transformar la estructura del partido y poner los temas que afectan a las mujeres en el centro. Nuestra candidatura son seis mujeres y seis hombres. Queríamos ampliar la lista con más mujeres, pero no nos ha dado más tiempo. Pero, para nosotros, el feminismo es algo más amplio y no solo colocar mujeres en una candidatura. Es trabajar y hacer que el partido ponga este tema tan sensible en el centro.

Una de las críticas que ustedes han hecho es que el congreso se ha montado muy rápidamente y que se podía haber hecho en mayo. Dicen que han tenido que organizar la candidatura a toda prisa.
En nueve días. Se ha convocado para el segundo día hábil que se podía hacer cuando había hasta el 31 de mayo. Está la Semana Santa en medio. Nos lo complica mucho. Nos hemos tenido que organizar muy rápido y la recogida de avales queda interrumpida por los días festivos. Somos nuevos. Debemos contactar con la poca gente que tenemos en las agendas. Y por Semana Santa no hay nadie en Barcelona.
Estamos haciendo la entrevista en el restaurante Mescladís de la calle Comte de Borrell. Comentaban que es un proyecto que liga mucho con su candidatura
Es un proyecto ligado al hecho de migrar dignamente. El Mescladís también está vinculado a la economía social y solidaria. La candidatura de Eva Baró también podría estar aquí. El partido tiene objetivos comunes. Es un lugar que puede ser definitorio. El modelo de ciudad que nosotros queremos es muy inclusivo. Reconoce la diversidad como un valor y defendemos la economía social y solidaria
Vamos terminando. ¿Están negociando algún pacto con la otra candidatura para cerrar un acuerdo antes de las elecciones del 26 de abril?
No hemos hablado con Eva Baró. Ni me ha contactado ni me ha hecho ninguna propuesta. De todas formas, tendríamos que hablar mucho para llegar a un acuerdo. Presentamos modelos diferentes de cómo liderar la Federación de Barcelona. Pero no cerramos la puerta a hablar. Estamos abiertos. Pero pensamos que todas las personas que integren la ejecutiva de la Federación no deben tener un cargo público.