Nueva crisis en la Federación de Barcelona de ERC. La mayoría de los 13 miembros de la dirección permanente ha dimitido por discrepancias con la presidenta, Creu Camacho, a quien acusan de tener una «estrategia propia y no consensuada con el equipo» y de adoptar «decisiones unilaterales», según ha avanzado la Agencia Catalana de Noticias (ACN) y ha podido confirmar el TOT Barcelona. Entre los dirigentes que se marchan están el secretario general, Miquel Colomer, y también se han sumado Quim Bosch, Nil Font, Agnès Russiñol, Rosa Suriñach, Sheila Vidal y Max Zañartu. Posteriormente, se ha añadido Esther Martín, de manera que ya son ocho las dimisiones.
Las renuncias superan la mitad de la dirección permanente y, por tanto, se activa la maquinaria para convocar un congreso regional dentro de un mes. Los ocho dimisionarios formaron parte de la candidatura alternativa de Dignitat Republicana de Creu Camacho y que, con el apoyo de Nova Esquerra Nacional y Foc Nou, se impuso en las elecciones del pasado mes de abril a la de Eva Baró, que tenía el aval del presidente del partido, Oriol Junqueras, y de la secretaria general y líder del grupo municipal, Elisenda Alamany. Un par de semanas después de ganar, Dignitat Republicana llegó a un acuerdo con Junqueras y Alamany para renunciar a realizar la consulta a la militancia sobre la entrada de ERC al gobierno de Jaume Collboni.
Fuentes conocedoras del conflicto interno en la Federación de ERC en Barcelona han explicado a este diario que Creu Camacho como la vicesecretaria general de Organización, Begoña Grau, “han hecho carrera por su cuenta” y desde el primer momento han optado por estrechar vínculos con Alamany. El detonante de la crisis habría sido la composición de la comisión electoral para las elecciones municipales en Barcelona, que habría hecho estallar el precario equilibrio interno que había en la Federación después de las elecciones y del pacto de última hora de los críticos con Junqueras y la dirección nacional.
Subordinación a Elisenda Alamany
En el comunicado de los dimisionarios, al que ha tenido acceso el TOT, aseguran que «durante estos meses la Presidencia ha optado reiteradamente por una estrategia propia y no consensuada con el equipo, así como por la adopción de decisiones unilaterales. Además, en varios casos, contraviniendo acuerdos tomados previamente». Como resultado de esta situación, apuntan a «una deriva de la Presidencia, compartida en muchos casos por la Vicesecretaría general de organización, que ha comportado la subordinación de la Federación a los intereses del Grupo Municipal y ha ido apartando el papel de las bases que nos dieron su confianza».
Finalmente, el texto también apunta a cuestiones económicas: «A esta problemática política y de funcionamiento se añade una situación económica extremadamente preocupante: el Grupo Municipal mantiene pendientes aportaciones económicas vitales que corresponden a la Federación. Este hecho no solo dificulta el funcionamiento ordinario de la Federación, sino que genera unas tensiones financieras que amenazan la actividad y la supervivencia de nuestros casales».
