La entrada de ERC a la Diputación de Barcelona, que formará parte del gobierno pactado entre Comunes y PSC, ha despertado reacciones muy diversas. Desde Junts acusan a los republicanos de haber «engañado a la gente» mientras que en las filas de los Comunes creen que esta decisión puede allanar un tripartito de izquierdas en el Ayuntamiento de Barcelona. El número dos de BComú, Jordi Martí, ha celebrado esta mañana el pacto para ampliar el gobierno de la tercera administración más grande de Cataluña y ha dejado claro que este «tiene que ser el camino» hacia pactos «similares» en la ciudad de Barcelona y también en el gobierno del Estado.

El portavoz del grupo municipal de Ada Colau ha justificado estos pactos, en unas declaraciones que recoge la ACN, remarcando que «el país se juega el futuro en las ciudades y los acuerdos de izquierdas son la mejor garantía por no dejar nadie atrás». En este sentido, ha defendido la importancia de que el tercer presupuesto de Cataluña, refiriéndose a la Diputación, se destine a políticas de justicia social y de emergencia climática.

ERC entra a las cuatro diputaciones del país

El pacto hace que, a pesar del batacazo electoral del 28M, ERC consiga representación en las cuatro diputaciones del país. Los republicanos han esperado a después de las elecciones para hacer público -lo ha avanzado la Vanguardia esta mañana- que se encargarán de las áreas de Buen Gobierno y Transparencia, Feminismo e igualdad, Educación y Comercio. El partido de Oriol Junqueras ha querido remarcar la «pluralidad» del nuevo ejecutivo de la Diputación, que más allá de los Comunes y PSC, también cuenta con el apoyo de Impuslem Penedès y Junts per Igualada. «Este gobierno acaba siendo un reflejo fiel de la pluralidad política presente en los municipios de la demarcación de Barcelona», han apuntado fuentes del partido republicano a El Món.

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