Barcelona en Comú exige al gobierno de Jaume Collboni aumentar al máximo el IBI a los hoteles de lujo, doblar el precio de la entrada -de los 10 a los 20 euros- a los turistas para entrar en el Park Güell e incrementar las sanciones mínimas por los incumplimientos graves y muy graves de la Ordenanza de Terrazas, así como agilizar y mejorar los trámites para retirar mesas y sillas de las terrazas ante incumplimientos «reiterados» de los restauradores. Estas son las tres condiciones que los Comunes han puesto sobre la mesa de Collboni para votar a favor de las ordenanzas fiscales de 2025.
Las ordenanzas fiscales del 2025, es decir, los impuestos y las tasas de la ciudad, se tienen que votar inicialmente el 16 de octubre en la comisión de Economía y Hacienda. De momento, el ejecutivo del PSC no ha presentado su propuesta, aunque el alcalde ha avanzado que los impuestos a las familias se congelarán y solo subirán los tributos vinculados a la actividad turística. En rueda de prensa, la regidora Janet Sanz, que cuando Ada Colau deje el Ayuntamiento a finales de octubre asumirá la presidencia del grupo municipal de los Comunes, ha asegurado que todavía no hay un acuerdo con el PSC. «No tenemos
10 millones más en IBI de los hoteles de lujo
En el caso de subir el IBI al máximo a los hoteles de lujo, Sanz ha dicho que esto supondría que la ciudad podría recaudar 10 millones de euros más. Esta medida, que también se aplicaría a otros inmuebles como palacios, ferias o congresos y algún centro comercial, afectaría a un total de 224 edificios de la ciudad. Según la extitular de Urbanismo con Colau de alcaldesa, se trata de fincas que tienen un valor catastral de más de 5,2 millones. Hasta ahora, estos propietarios solo pagaban un 1% y de salir adelante lo que piden sería un 1,3%, puesto que hay unos topes y no se puede incrementar más.

La entrada del Park Güell, de los 10 a los 20 euros
Por otro lado, los Comunes quieren que los turistas paguen el doble para entrar en el Park Güell. En concreto, su petición es que el precio público pase de los 10 a los 20 euros. Según Sanz, la entrada se tiene que asimilar a lo que cuesta ir a la Sagrada Familia. La regidora ha subrayado que hay que blindar el monumento de Gaudí ante la «mercantilización» que está impulsando el PSC, con la celebración de acontecimientos de lujo, como el desfile de Louis Vuitton de antes del verano, y enviar un mensaje de «recuperación pública» del espacio.
Finalmente, la formación de Colau y Sanz quiere poner el foco en los «incumplimientos» de los restauradores con las terrazas que «privatizan» el espacio público, a pesar de que en este caso no se trata de una propuesta ligada directamente a las ordenanzas fiscales. En opinión de Sanz, ahora los incumplimientos salen muy baratos y lo que plantea su partido es establecer unas sanciones mínimas cuando se trate de infracciones graves o muy graves. Si se aprueba lo que proponen los Comunes, los restauradores pagarían como mínimo 750 euros en caso de un incumplimiento grave (el máximo es de 1.500), y de 1.500 en caso de una infracción muy grave (3.000 euros es el máximo). Esta iniciativa busca también introducir mejoras en la ordenanza para que el Ayuntamiento pueda acelerar la retirada de licencias, y consecuentemente mesas y sillas en casos de incumplimientos graves o muy graves. Ahora, la ordenanza es muy «garantista», ha dicho la regidora.

Las condiciones de ERC para votar favorablemente
Hace unos días ERC, con quien los socialistas tienen cerrado un preacuerdo para formar un gobierno de coalición en el Ayuntamiento, ya pusieron sus condiciones para votar favorablemente a las ordenanzas fiscales. Los republicanos exigen doblar el recargo municipal de la tasa turística, de los cuatro a los ocho euros. Si se aplicara la propuesta de ERC de subir el recargo hasta los ocho euros, Barcelona recibiría un total de 192 millones de euros, que supondrían unos 50 millones limpios de beneficio para invertir en educación, movilidad y vivienda, entre otras políticas.
El grupo municipal que encabeza Elisenda Alamany también quiere que los turistas paguen los residuos que generan y no se tenga que hacer cargo el vecindario de la ciudad. En este sentido, ERC tiene previsto llevar una proposición al pleno de octubre, que ERC concretará más adelante, que comportaría, si se aprueba, retoques en la tasa de residuos que paga la ciudadanía.