El gobierno de Jaume Collboni valora «positivamente» la apertura de una mini terminal de cruceros para 1.000 cruceristas. Así consta en un borrador de la Mesa de Cruceros, al cual ha tenido acceso el TOT Barcelona. La iniciativa del Puerto, que no implica un acuerdo con el Ayuntamiento, ha supuesto un revuelo en las relaciones entre el PSC y Barcelona en Comú en el consistorio cuando ambos partidos estaban a punto de cerrar un acuerdo por las ordenanzas fiscales de la ciudad para el próximo año. Con este panorama, los Comuns piden al gobierno del PSC que renuncie a ello, con un posicionamiento claro, si quiere aprobar las ordenanzas fiscales el viernes en el plenario. En la comisión de Economía y Hacienda de este miércoles, los Comuns han hecho reserva de voto.
En concreto, el texto, al que ha mencionado en los últimos días la presidenta de los Comuns en el Ayuntamiento Janet Sanz como una nueva terminal de cruceros de lujo, dice textualmente: «El gobierno municipal, en el marco de las conversaciones con el Puerto de Barcelona, hace constar y valora positivamente que este plantea habilitar una mini terminal que dé servicio a barcos de nueva generación con capacidad máxima de 1.000 pasajeros». El posicionamiento del gobierno de Collboni sobre el punto es claro, pero también el hecho de que este “no forma parte” de los acuerdos. Tampoco en ningún momento se habla de cruceros de lujo, pero Barcelona en Comú piensa que la nueva terminal sería para turistas de alto poder adquisitivo.
Propuesta «inasumible» para los Comuns
En opinión de Sanz, plantear abrir una nueva terminal de cruceros de lujo en Barcelona es una propuesta “inasumible” para Barcelona en Comú. A su parecer, es negacionismo climático y clasismo, ya que los cruceros tienen un gran impacto medioambiental y en los barrios de la ciudad, y las ganancias económicas que los cruceristas dejan en la ciudad son más bien escasas. Además, la presidenta de los Comuns en el Ayuntamiento considera que es incoherente incrementar la presión fiscal al sector turístico y valorar positivamente hacer una nueva terminal de cruceros.

Iniciar en 2025 la reducción de siete a cinco terminales
En el mismo documento, y esto sí que es un acuerdo, se concreta iniciar en 2025 las negociaciones con el Puerto para reducir las terminales de cruceros existentes de siete a cinco, «priorizando el cierre de aquellas que tienen más próxima la caducidad de su régimen de concesión, como las terminales A y B». Esta reducción fue una de las exigencias de los Comuns para negociar los presupuestos de 2025 y por lo que ha dicho el teniente del área económica Jordi Valls, y consta en el documento, el gobierno de Collboni está de acuerdo. «Estamos de acuerdo los dos en que hay que reducir una infraestructura que usted acordó en 2018 y que nos ha llevado a la situación de incremento sostenido de cruceristas. Este es el acuerdo», ha remarcado Valls en comisión. Ante la posibilidad de que el Puerto planteara hacer una nueva terminal de cruceros, Valls ha añadido que las matemáticas son muy claras y ha reiterado que el acuerdo con los Comuns es el de reducir de siete a cinco, de lo que se desprende que no se daría permiso al Puerto para hacer una nueva terminal.
Por otro lado, el documento de la Mesa de Cruceros concreta que el acuerdo alcanzado con la Generalitat para incrementar el recargo municipal de la tasa turística hasta los ocho euros «posibilitará aumentar las tarifas de la actividad de cruceros, en el marco de la aprobación de las ordenanzas fiscales». También se plantea «la continuidad de aquellas terminales que contribuyan a la actividad de puerto base en detrimento del tránsito, así como la de aquellas que impulsen medidas de reducción del impacto ambiental». Y se quiere activar «iniciativas para reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la actividad portuaria».