En el ecuador del mandato, la asignatura pendiente del gobierno de Jaume Collboni es aprobar un gobierno por la vía ordinaria. El primero, el de 2024, unos 3.807 millones de euros, lo aprobó a través de una cuestión de confianza. Y el segundo, el de 2025, se prorrogó. Esto ha sido así porque la oposición en pleno -con la excepción de ERC- le ha rechazado los presupuestos anuales en ambos casos.
Con la segunda mitad del mandato apenas comenzando, Collboni es consciente de que muy probablemente tendrá que recurrir de nuevo a la cuestión de confianza para aprobar el presupuesto de 2026, ya que es improbable que la mayoría del pleno le apruebe las cuentas a menos de dos años de las elecciones. De esta manera, el PSC tendría que recurrir de nuevo a la cuestión de confianza.
La conexión del tranvía
De todas formas, el alcalde ha puesto sobre la mesa un proyecto muy importante para esta segunda mitad del mandato: la conexión del tranvía entre Verdaguer y Francesc Macià, que se deberá votar en los tres meses hábiles siguientes (probablemente en septiembre). Se trata de un proyecto muy ambicioso que necesitará una dotación presupuestaria muy elevada, y habrá que ver si el alcalde lo vincula a la aprobación de los presupuestos anuales para que Barcelona en Comú y ERC le den apoyo.

La cuestión de confianza, dos veces por mandato
La cuestión de confianza es una herramienta de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) que permite a los gobiernos en minoría sacar adelante los presupuestos, con el límite de dos veces por mandato. Otros alcaldes, como Xavier Trias y Ada Colau, también la utilizaron. Una vez se activa la cuestión de confianza, los partidos disponen de 30 días para encontrar un reemplazo para la alcaldía, en este caso a Collboni. Así ocurrió en 2024, pero como los partidos de la oposición no se pusieron de acuerdo para proponer un nuevo alcalde, pasados los 30 días, los presupuestos municipales reciben la luz verde definitiva.
En dos entrevistas en betevé y La Vanguardia, el alcalde se ha referido de nuevo a la posibilidad de aprobar el presupuesto de 2026 a través de una cuestión de confianza. «Tendré que volver a hacerlo si no tengo mayoría», dijo el alcalde en betevé. «Espero no tener que hacerlo, pero lo que no haré es no tener presupuesto», añadió. Este domingo en La Vanguardia, Collboni hace un llamado a «la responsabilidad» de los grupos municipales para aprobar las cuentas. «La esperanza es lo último que se pierde… Pero si no tenemos el apoyo necesario, tendré que recurrir de nuevo a la cuestión de confianza».




