No ha habido sorpresas. Jaume Collboni ha perdido este miércoles la cuestión de confianza. Uno a uno, los concejales del Ayuntamiento han votado a favor, en contra o se han abstenido sobre la cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos para el próximo año. Los ediles del PSC y ERC han votado a favor, con 15 posicionamientos favorables. Junts per Barcelona en Comú, PP y Vox han votado en contra, y los Comuns, como hicieron el pasado viernes, en la votación de los presupuestos por la vía ordinaria, se han abstenido. Los votos en contra han sido 17 y las abstenciones, ocho. Janet Sanz, presidenta de Barcelona en Comú en el Ayuntamiento, no estaba presente en el plenario porque está enferma.
Ahora, la oposición dispone de 30 días para encontrar un candidato alternativo a Collboni en la alcaldía. Será hasta el 26 de diciembre, día de San Esteban. Como este relevo no se articulará, tal como ha reconocido el presidente de Junts per Barcelona, Jordi Martí Galbis, porque no hay suficientes mayorías, las cuentas para el próximo año, de más de 4.180 millones de euros, quedarán automáticamente aprobadas el 29 de diciembre. Es el primer día laborable después de la cuestión de confianza. El 1 de enero de 2026, Barcelona comenzará el año con nuevos presupuestos, ha enfatizado el teniente de alcaldía del área económica, Jordi Valls.

Las mismas palabras ha repetido el alcalde en la intervención final antes de las votaciones. Collboni ha remarcado que se trata de los presupuestos más expansivos de la historia de Barcelona, y se han hecho «sin subir impuestos a las familias y las pymes». «Lo hacemos a través de una cuestión de confianza porque tenemos plena confianza en lo que proponemos». Para Collboni, esta cuestión de confianza expresa «un modelo de ciudad», con unas cuentas de izquierdas. El líder municipal del PSC ha agradecido el acuerdo con ERC y algunas aportaciones de los Comuns. Los dos partidos han salido de «su zona de confort» para negociar, ha valorado el alcalde. Uno de los aspectos más relevantes de las cuentas municipales para 2026 es el incremento de la partida que se destinará a vivienda, un 33% más, con cerca de 240 millones.
La ciudad «no puede esperar» para tener unas nuevas cuentas
Valls ha dicho que la ciudad «no puede esperar» para tener unas cuentas nuevas. Para el gobierno municipal, se trata de unos «presupuestos de izquierdas», acordados con ERC y que incorporan algunas propuestas de los Comuns. Valls ha cargado contra la «coalición del no», formada por PP, Vox y Junts, según las palabras del teniente de alcaldía. «El PSC gobierna en minoría, pero no está solo. Hemos sido capaces de articular un acuerdo con ERC. Ninguna otra alternativa del Ayuntamiento es capaz de generar esta mayoría».

Desde Junts, Martí Galbis ha recordado que Collboni ha perdido tres cuestiones de confianza. La de este miércoles, la de 2024 (que se utilizó para aprobar las cuentas de ese año) y la de las elecciones de mayo de 2023, que ganó Xavier Trias. El presidente de Junts ha recordado a Collboni que fue investido tras pactar con la derecha del PP. De hecho, en una operación de estado para evitar que la capital catalana tuviera un alcalde independentista (Trias), Comuns y PP se unieron para hacer alcalde a Collboni el 17 de junio de 2023. Según Junts, Collboni no tiene la confianza de la ciudadanía.

Collboni, sin la confianza de los Comuns
Aunque la regidora de Barcelona en Comú Gemma Tarafa ha dicho que el gobierno de Collboni no tiene su confianza, esta formación se ha abstenido en la votación. Tarafa ha subrayado que desde que es alcalde, Collboni no ha aprobado ningún presupuesto por la vía ordinaria. La edil de los Comuns también ha criticado el aumento, este mandato, de un 80% en publicidad institucional. Y a modo de ejemplo ha citado la campaña «vacía» Fem la Barcelona de la teva vida, revocada por el Consell Audiovisual de Catalunya (CAC) porque vulnera la normativa de publicidad institucional, ya que no informa de ningún servicio público.

ERC ha sido el único partido que ha votado a favor de la cuestión de confianza. Los republicanos han sido a lo largo del mandato los socios prioritarios del PSC, ya que le han aprobado dos presupuestos (2024 y 2026) y cerraron un acuerdo para el de 2025, aunque este no se llegó a votar porque Collboni lo prorrogó tras romper las negociaciones con los Comuns el pasado enero. El regidor d’ERC Jordi Castellana ha dicho que Barcelona tiene dos grandes retos por delante, uno garantizar el acceso a la vivienda y el otro hacer frente a la emergencia climática. Según los republicanos, su aportación ha permitido aumentar un tercio el presupuesto que se destinará a vivienda e incrementar el recargo municipal de la tasa turística. Al mismo tiempo, Castellana ha presumido del aumento de un 5% del presupuesto que se destina al catalán desde inicios del mandato.

«Ha renunciado a negociar con los que pensamos diferente», dice Sirera
En cuanto al presidente del PP en el Ayuntamiento, Daniel Sirera, ha cargado contra Collboni porque, a su juicio, el ejecutivo municipal no toma la ciudad de manera seria y no gobierna para todos. «Ha renunciado a negociar con los que pensamos diferente. Gobernar no es encerrarse en el despacho con los de siempre. Solo ha querido un acuerdo con ERC y hasta última hora lo ha intentado con los Comuns. En el Ayuntamiento de Barcelona, el PP no está para hacer política de bloques».
Los 4.180,8 millones que la ciudad dispondrá el próximo año suponen un aumento de un 8,5%. En concreto, se dispondrá de unos 326 millones más respecto a 2025. Las inversiones previstas se elevarán hasta los 861,8 millones, de los cuales 753 corresponden al Ayuntamiento y el resto al Institut Municipal i de l’Habitatge i Rehabilitació de Barcelona (IMHAB) y la empresa Barcelona de Serveis Municipals (BSM), entre otras. Algunos de los proyectos destacados para 2026 son los del Teatre Arnau (once millones hasta finales de mandato), el Castell dels Tres Dragons (ocho millones hasta 2027), el Pla Endreça (39,5 millones), el paseo de la Mar Bella (17,8 millones hasta finales de mandato), los planes de remodelación integral de los distritos para el próximo año, con un total de 45,7 millones, y el Pla de Barris, con 200 millones para todo el mandato. En ámbitos como la seguridad, el gasto será de 430,6 millones; al transporte público se destinarán 266,9 millones, y a la prestación de servicios públicos y a las políticas sociales, el presupuesto se elevará hasta los 994,9 millones.

