El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, insiste en buscar un pacto inédito con ERC y Junts para modificar la reserva del 30% para vivienda protegida. En una entrevista en RTVE, Collboni ha mantenido que los partidos independentistas son los únicos que están abiertos a negociar la reforma de una normativa que tal como está planteada “no funciona”. Los Comuns no quieren ni oír hablar de tocar una de las medidas estrella del gobierno de Ada Colau, mientras que el PP no está dispuesto a negociar nada que suponga intervenir el mercado inmobiliario y con Vox no hay conversaciones sobre ninguna cuestión.

Ante la negativa de los Comuns a hablar, hace semanas que Collboni busca a ERC y Junts para encontrar un acuerdo que dé solidez a la reforma. La base del cambio que plantea el gobierno municipal es la propuesta de la presidenta de la Fundación Hàbitat 3, Carme Trilla. La idea es eliminar la obligación de hacer un 30% de pisos protegidos en cada edificio nuevo o que se rehabilita y ofrecer a los promotores la posibilidad de concentrarlos todos en una sola finca del mismo barrio o zona.

El alcalde Jaume Collboni, presidiendo el Pleno de Barcelona del mes de marzo / Natzaret Romero (ACN)

Ahora mismo, las conversaciones están mucho más avanzadas con Junts, que pide a cambio una rebaja del 4% del IBI, que con ERC. Fuentes de los republicanos han explicado a TOT Barcelona que hace semanas que no mantienen conversaciones con el gobierno municipal sobre la modificación del 30% y que no saben cuál será la propuesta que llevarán a la Comisión de Urbanismo. Desde el partido de Oriol Junqueras advierten que, si se aceptan las demandas de Junts, no apoyarán la reforma. En realidad, Collboni necesita más los votos de Junts (11) que los de ERC (5), ya que con los republicanos no tendría suficiente, pero su intención es lograr un acuerdo lo más transversal posible.

Collboni, abierto a revisar el IBI, pero con condiciones

Collboni ha insistido en que el gran “reto” que tiene Barcelona ahora mismo es hacer más vivienda protegida para que los barceloneses “no tengan que marcharse” y, por lo tanto, está abierto a negociar las contrapartidas que le reclaman las otras formaciones. En el caso de Junts, la principal reivindicación es rebajar un 4% el IBI, una propuesta que el alcalde está dispuesto a estudiar “si al mismo tiempo incrementamos la presión a los turistas para garantizar los ingresos del Ayuntamiento”. De salir adelante, el resultado sería que la rebaja del IBI acabaría financiándose con el aumento de la tasa turística que ya estaba pactado con ERC y los Comuns, lo cual supondría que, en realidad, el Ayuntamiento acabe ingresando menos dinero.

Aunque los republicanos aún no se han pronunciado oficialmente sobre la rebaja del 4% del IBI porque no se ha puesto sobre la mesa, las últimas declaraciones del partido hacen pensar que la rechazarán. En una entrevista con TOT Barcelona, la secretaria general de ERC y líder del partido en el Ayuntamiento, Elisenda Alamany, aseguraba que las políticas de vivienda de la última década han sido un “fracaso” y fijaba la posición general de la formación sobre la reforma del 30%. “Si la negociación del 30% entre Junts y el PSC va de bajar impuestos, con nosotros que no cuenten”, sentenció Alamany.

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