Ya hay fecha. El próximo miércoles, 26 de noviembre, se celebrará el pleno de la cuestión de confianza que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha activado para aprobar los presupuestos municipales para 2026, han confirmado fuentes del servicio de prensa del Ayuntamiento al TOT Barcelona. El pasado viernes, el pleno rechazó las cuentas del gobierno del PSC para el próximo año, con el voto en contra de Junts per Barcelona, PP y Vox; la abstención de Barcelona en Comú, y el posicionamiento a favor de ERC.
La cuestión de confianza es una herramienta que la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) en el artículo 197, bis permite a los gobiernos municipales en minoría para aprobar los presupuestos anuales, entre otros supuestos, con el límite de dos por mandato. Con los presupuestos rechazados, un hecho que tuvo lugar el pasado viernes, el alcalde convoca un pleno para someterse a una cuestión de confianza, el próximo miércoles. Todo apunta a que Collboni perderá la cuestión de confianza. Entonces, los partidos de la oposición –Junts per Barcelona, Barcelona en Comú, ERC, PP y Vox– dispondrán de 30 días para cerrar un acuerdo y encontrar un candidato o candidata alternativo a la alcaldía. Como esta posibilidad es prácticamente imposible, Collboni quedará automáticamente ratificado en el cargo y podrá comenzar 2026 con los presupuestos aprobados, unos 4.180 millones de euros.
Segundo y último uso de la cuestión de confianza
Esta es la segunda vez que Collboni utiliza la cuestión de confianza para aprobar unos presupuestos este mandato. La vez anterior fue en 2024, mientras que en 2025, las cuentas se prorrogaron tras romper las negociaciones con los Comunes en enero pasado. En 2027, el gobierno ya no podrá utilizar la cuestión de confianza porque habrá agotado las dos veces que lo permite la ley y porque es el último ejercicio anual antes de las elecciones, previstas para mayo de 2027. Si no cierra un acuerdo con el resto de partidos, en 2027 los presupuestos se prorrogarán.

Cerca de 240 millones en vivienda
Los presupuestos para 2026 son los más altos de la historia del Ayuntamiento de Barcelona, con 4.180,8 millones, un 8,5% más que los de 2025. Una de las partidas más importantes es que se destinarán cerca de 240 millones a la construcción y ampliación del parque público de pisos sociales y a la rehabilitación, compra de inmuebles y ayudas al alquiler. La vivienda se convertirá en la tercera inversión más importante del consistorio.
El volumen inversor municipal alcanzará hasta los 861,8 millones para llevar a cabo grandes obras, equipamientos o actuaciones urbanas. Del total de las inversiones, 753 millones corresponderán al mismo Ayuntamiento, mientras que otros 56 saldrán del Instituto Municipal y de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB), 41,2 millones serán de la empresa Barcelona de Serveis Municipals (BSM), y 11,6 llegarán por parte de otras entidades.
De las políticas sociales al transporte público
Por otro lado, las cuentas municipales para 2026 también ponen el foco en garantizar la prestación de servicios públicos y las políticas sociales, con un gasto total de 994,9 millones. A la seguridad, se destinarán 430,6 millones de euros, y el transporte público recibirá una inyección económica de 266,9 millones de euros.

