Jaume Collboni hace un año y pico que es alcalde de Barcelona, todavía con minoría y sin una política de pactos estable. Su acuerdo con ERC para ampliar el gobierno está en el aire, a la espera de que los republicanos tomen una decisión estable, y la mala relación con el partido de Ada Colau dificulta el tripartito a corto plazo. En una entrevista en
Collboni asegura que será «escrupulosamente» respetuoso con los procedimientos internos de cada partido y mantiene que su gobierno tiene «las ideas claras». «Efectivamente, sería óptimo tener un gobierno más amplio, pero sin perder la coherencia», remarca un Collboni, que, en todo caso, asegura que está capacitado «para seguir gobernando en solitario» si el pacto con los partidos de izquierda no prospera. «Estamos a punto para hacerlo si hace falta», mantiene el alcalde, abierto a jugar con la aritmética variable que le ofrece un Ayuntamiento con dos mayorías claras, la de izquierdas y la sociovergencia.

Defensa de los grandes acontecimientos
Collboni continúa defendiendo que Barcelona ha llegado al tope de turistas que puede acoger, pero a la vez defiende la política de grandes acontecimientos que quiere impulsar su gobierno. El socialista defiende que una gran mayoría de aficionados que se acercaron al paseo de Gracia para ver el espectáculo de la Fórmula 1 es gente «que no se puede permitir ir a Montmeló» y mantiene que pasará lo mismo con la Copa América. Es el mismo argumento que ya han usado otros miembros de su gobierno, como el regidor de Turismo, Jordi Valls. En este sentido, Collboni recuerda que Ada Colau firmó el acuerdo para acoger la Copa América y confía que los Comunes no le hagan una oposición fuerte con la competición deportiva.