Los Comunes han presentado este lunes un documento con 50 puntos concretos que tienen que formar las bases de un futuro gobierno progresista en Barcelona. Con esta recopilación de medidas, los de Ada Colau dicen «tomar la iniciativa» para formar un nuevo tripartito en la capital. Hasta ahora Jaume Collboni ha dejado claro su prioridad es gobernar los BComú y ERC, pero los Comunes ven constantes guiños a Xavier Trias, y por eso le recuerdan que es «ineludible un pacto de progreso» para hacer realidad «la mayoría progresista que la ciudadanía ha vuelto a otorgar» al Ayuntamiento.

Entre las propuestas, los antiguos socios de gobierno piden al PSC que se comprometa a regular los alquileres de temporada y le piden invertir 100 millones de euros en la compra de «edificios enteros» para ganar vivienda pública en Barcelona. BComú también tiene como prioridad «crear una Oficina de Atención a Locatarios para garantizar la regulación de alquileres contemplada en la nueva Ley de Vivienda». En materia de vivienda, el documento insiste que hay que «garantizar» la medida del 30% «a todos los distritos de la ciudad, especialmente aquellos más tensionados como por ejemplo el Eixample».

Los ejes verdes y avanzar en la regulación turística, algunas de las prioridades

Colau no se olvida de una de sus políticas estrella durante su mandato, los ejes verdes. Un futuro pacto con los socialistas pasa por «acabar Consell de Cent hasta la Meridiana» y ejecutar una decena de pacificaciones más en Sant Antoni, el Eixample, Sant Martí y la Sagrera. Más allá del proyecto Superilla, que no acaba de convencer a Collboni, los comunes plantean otras medidas como la ampliación de 50 km de la red de bici o prolongar la transformación de Meridiana hasta Nou Barris. Los antiguos socios de gobierno no tendrán muchos problemas para entenderse con la ampliación del Tranvía, la cual el PSC se comprometió a hacer en campaña, o la cobertura de la ronda de Dalt, una prioridad del nuevo alcalde que los Comunes también enumeran en el documento.

La líder de los Comunes, Ada Colau, durante el pleno de investidura de este sábado / Jordi Play
La líder de los Comunes, Ada Colau, durante el pleno de investidura | Jordi Play

La regulación turística también centra gran parte de las propuestas. Los comunes, que abiertamente hablan de limitar el turismo, piden «establecer un límite de carga turística de Barcelona» y proponen «crear un Plan estratégico perdonar respondida antes del verano próximo». En cuanto a los cruceros, se pide «no sacar a licitación las dos terminales del Puerto que queden para construir». Un punto, este último, que difícilmente aceptará el PSC si tenemos en cuenta que el mismo Collboni aseguraba, en una entrevista al TOT, que la negativa de Colau a hacer ahora estas terminales era «otro ejercicio de cinismo» del exalcaldesa. Los Comunes pactaron en 2018 con el Puerto que hubiera siete terminales, pero semanas antes de las elecciones dieron marcha atrás para evitar que lleguen «cuatro millones de turistas el 2024 en Barcelona».

Unas veinte políticas sociales

El texto también detalla políticas económicas como «garantizar que las nuevas estaciones de Sants y la Sagrera se adapten y aprovechen la realidad comercial del barrio» –hay cierta inquietud sobre cómo puede cambiar el tejido comercial de la zona con la nueva estación de Renfe– o un aumento de los presupuestos participativos, impulsados durante el mandato Colau, a los 75 millones de euros. Y hablando de economía, BComú defiende en este texto un aumento de la presión fiscal para recaudar 351 millones de euros más que el 2023.

En materia social, los Comunes también piden que el Ayuntamiento sea una institución «feminista y diversa» que «cuide de las ciudadanas y que ponga las curas y los feminismos en el centro». Siguiendo con las políticas de carácter social, Colau plantea crear un servicio de curas a domicilio y reitera su voluntad de crear una óptica municipal, una de las propuestas estrellas de su compañera electoral.

 

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