El Ajuntamente de Barcelona ha acusado el Gobierno de actuar de «forma unilateral» con la sequía después de que la Generalitat haya anunciado nuevas medidas como la de instalar una desalinizadora flotante en el Puerto de Barcelona, en caso el sistema Ter-Llobregat entre en fase de emergencia II. Así ha reaccionado la primera teniente de alcalde de Barcelona, Laia Bonet, que ha dejado claro que «el grupo de trabajo de emergencia por sequía ha saltado por los aires». «Sencillamente tomando decisiones de manera unilateral por parte de la Generalitat, no consultadas, no contrastadas. Evidentemente, no participadas por este Ayuntamiento», ha remachado.
Bonet considera que la Generalitat está improvisando y que tiene una actitud «mucho más propia de un partido en campaña que no de un gobierno en acción», y por eso lo ha tildado de irresponsable. Así mismo, ha dejado claro que el consistorio no tiene conocimiento de los detalles sobre la instalación de la desalinizadora, pero ha mostrado su preocupación por el impacto que tendrá a las inversiones estructurales que necesita el sistema de abastecimiento de agua para dotar los hectómetros que faltan: «Lo que sí que sabemos es que costará mucho dinero, que son 100 millones, y estos 100 millones tenemos serias dudas que no afecten las inversiones estructurales que habían anunciado y que tendría el sistema de abastecimiento de agua».
Las declaraciones de la teniente de alcaldía, que también ha criticado que la Generalitat permita este verano que los ayuntamientos catalanes puedan llenar las piscinas públicas y privadas con agua potable a pesar de la sequía, siempre que cumplan la función de refugio climático, se han producido después de que el consejero de Acción Climática, David Mascort, el objetivo de la instalación es garantizar el suministro de agua en Barcelona y su área metropolitana en los próximos meses sin necesidad de aplicar nuevas restricciones, y descarta así llevar barcos cargados de agua desde otros territorios. En este sentido, ha explicado que la desalinizadora flotante se ubicará en el Moll de la Energía y producirá 14 hm³ anuales, el equivalente al 6% del consumo de agua del área metropolitana de Barcelona.
Laia Bonet insta al Gobierno a «volver a la mesa»
Bonet ha reconocido que el coste de producir agua desalinizada en la instalación flotante será más económico que si el agua llegara en barcos desde otros lugares del estado español, pero ha cargado contra el Gobierno por no haber salido adelante las inversiones necesarias para hacer frente a la sequía y ha reclamado «vuelva a la mesa» a «habla y confiar en las otras administraciones» porque, segundos ella, estas decisiones adoptadas «de forma improvisada son un mal símbolo y, si se toman de forma unilateral, todavía más». En este sentido, ha insistido que «todo ha funcionado hasta que ha habido un escenario electoral al frente”. «Momento en que en la Generalitat parece que se ha cambiado el sombrero y se ha puesto el sombrero de partido en campaña. Entonces se trataba de dar buenas noticias y la peor noticia que puedes intentar explicar es la improvisación», ha concluido.
