Los Comunes están cómodos en su nuevo papel de principal partido de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona. Tras unas intensas negociaciones para aprobar las ordenanzas fiscales, los Comunes han logrado que el PSC ponga por escrito que no se hará ninguna nueva terminal de cruceros en el Puerto de Barcelona y ahora abren las conversaciones para negociar los presupuestos de 2025. La líder de BComú en el consistorio, Janet Sanz, descarta que la formación entre en el gobierno de Jaume Collboni porque ya “gobierna desde la oposición”.
“Comenzamos el mandato con una voluntad clara de tener un gobierno progresista, pero no ha sido posible porque el PSC ha flirteado con la derecha, ha intentado hacer gobierno con Xavier Trias y luego con ERC”, lamenta Sanz en una entrevista a La Vanguardia. “La cuestión es que un año y medio después de su investidura, Jaume Collboni continúa solo, solo y bastante ausente del día a día de la ciudad. Y el resultado es que ahora mismo, en diciembre de 2024, BComú gobierna desde la oposición y en 2027 lo haremos desde la alcaldía”.
Oposición con la vista puesta en 2027
Sanz no ha querido avanzar si intentará ser la cabeza de lista en las próximas elecciones municipales y ha asegurado que “no es el momento de hablar de personas”. La presidenta del grupo municipal de los Comunes considera que el proyecto del partido es “muy sólido” y que el objetivo es volver a la alcaldía más allá de quién lo lidere. Por eso avisa que el papel de la formación es “condicionar y gobernar desde la oposición” para imponer “todas aquellas políticas que se visibilicen como una marca de BComú”, como podría ser la vivienda, la masificación turística o las superilles, dos temas que el PSC intentó diluir cuando gobernaban en coalición.

Negociación dura de los presupuestos
Una de las cuestiones que BComú pondrá sobre la mesa de las negociaciones de los presupuestos es la polémica reserva del 30%, una de las medidas estrella de Ada Colau que ahora Collboni quiere modificar. Un informe del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA) estima que si el PSC lleva adelante su plan para rebajar los criterios de aplicación del 30%, Barcelona podría perder más de 18.000 viviendas de protección oficial. “Es un lujo que la ciudad, en un contexto de emergencia, no se puede permitir”, ha advertido Sanz. “Creemos que el 30% no se debe retirar y que incluso se debería tender hacia el 50%”.
Los Comunes quieren recuperar viejos temas como el decrecimiento turístico, un tema que Collboni y el PSC rechazan de pleno, y presionarán para acelerar la reducción de terminales en el Puerto de Barcelona. También insistirán en el mantenimiento de las bonificaciones al transporte público, que de momento solo están aseguradas hasta junio de 2025, y congelar las tarifas de los servicios básicos. Otro tema estrella será el de la funeraria municipal, un proyecto bandera de Eloi Badia que terminó en un cajón por falta de apoyo político. “El Ayuntamiento puede intervenir, igual que hemos hecho con el dentista municipal o hemos propuesto hacer con la óptica municipal”.