La policía (Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana) intercepta cada día en Barcelona ocho armas blancas. En total, el año pasado se confiscaron 2.845, ha dicho el teniente de alcaldía de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle en una entrevista en Catalunya Ràdio. La media diaria es de 7,7. El regidor ha avanzado que estas fiestas de la Mercè habrá más de 5.000 agentes desplegados en las diferentes franjas horarios. Estas fiestas de la Mercè se harán «controles aleatorios» durante las grandes concentraciones y en los conciertos.
Batlle ha negado que la presencia de armas blancas sea un problema únicamente de Barcelona, si no que es generalizado y se da también en otras ciudades del Estado y europeas. El número cuatro de la lista del PSC-Units per Avançar en las elecciones municipales de mayo de 2023 ha defendido la necesidad de hacer modificaciones legislativas y procesales para luchar contra esta «impunidad» y la «multirreincidencia». Batlle ha querido dejar claro que la mayor parte de los cacheos tendrán lugar en los grandes acontecimientos vinculados al consumo de alcohol y drogas, como pueden ser las fiestas mayores.

Durante la entrevista, Batlle ha hablado de las medidas del Ayuntamiento para frenar la masificación turística, pero ha considerado que sería «exagerado» vincular turismo con inseguridad. Y ha insistido que la tarea policial se está centrando en hacer controles policiales en el espacio público. Cuando se detecta una arma, los agentes la interceptan y, a veces, sancionan a la persona.
Preguntado por la fuga de Carles Puigdemont, el 8 de agosto, Batlle ha explicado que el Ayuntamiento facilitó a los Mossos las imágenes de las cámaras que grabaron el coche del presidente en el exilio entrando en el túnel de la Rovira. Batlle no se ha mojado sobre el resto del recorrido que pudo hacer el vehículo, asegurando que él no había visto las imágenes.
Un nuevo plan de los Mossos
Las palabras de Batlle han llegado después de que la Generalitat presentara un nuevo plan para hacer frente a la presencia de las armas blancas en las calles de Barcelona y en otros municipios. Los Mossos llevarán a cabo controles en las zonas de ocio nocturno, en el transporte público, los entornos escolares y durante los grandes acontecimientos. Estos controles ya se harán durante las fiestas de la Mercè, con la presencia de la Guardia Urbana. El nuevo plan ha sido presentado por la consejera de Interior, Nuria Parlon, y el director general de la policía catalana, Josep Lluís Trapero. El exjefe de los Mossos pidió «paciencia» a la ciudadanía porque se harán cacheos específicos para localizar armas blancas. La intención de los Mossos es que se apliquen sanciones más elevadas, que tendrán en cuenta las agravantes de la peligrosidad y la reincidencia. Ahora muchas de las multas que se imponen no se acaban cobrando porque prescriben, ha detallado 

Según los datos de la misma Guardia Urbana, las peleas se han incrementado un 143% entre los años 2019 y 2023, en muchos casos con presencia de armas blancas. El jefe de la policía local, Pedro Velázquez, dijo el miércoles en una comisión municipal que mientras hace cinco años hubo en la ciudad 2.100 enfrentamientos, en 2023 fueron 5.106. La Guardia Urbana dice que las agresiones con arma blanca tienen lugar en entornos domésticos, a veces estas armas están asociadas al sinhogarismo, se usan en peleas en entornos de ocio “asociadas al consumo de drogas y de alcohol” y en “estructuras incipientes” en la ciudad de bandas que, según el jefe de la Guardia Urbana, no tienen la “sofisticación” de las bandas latinas, explicó Velázquez. Y en grado más bajo, los agentes detectan agresiones con armas blancas fruto de “brotes psicóticos” o la ingestión de sustancias estupefacientes.
575 cuchilladas en Barcelona el año pasado
Antes de la pandemia se ponían en la ciudad dos denuncias al día por posesión de armas blancas y en 2022 ya eran tres, y mientras hace dos años tuvieron lugar 554 cuchilladas en Barcelona, en 2023 fueron 575. La media es de 1,5 en el día. Según el regidor de ERC, Jordi Coronas, coincidiendo con la marcha del plan DAGA (con un incremento de los dispositivos en zonas de riesgo), los Mossos confiscaron en 2023 9.180 armas blancas, casi el doble que el 2019, en todo el territorio catalán.

La policía tiene detectados en la capital catalana 82 puntos con encuentros de riesgo vinculados a la tenencia y uso de armas blancas. El jefe de la Guardia Urbana no detalló cuáles son estos emplazamientos, pero seguro que muchos están en Ciutat Vella, un punto negro de agresiones con armas blancas, con tres muertos en la Barceloneta.




