La falta de presupuesto de la Generalitat para este 2024 hará perder a Barcelona 1.700 pisos sociales. Lo ha verbalizado este jueves la consejera de Territorio en funciones, Ester Capella. Las cuentas del Govern de Pere Aragonès fueron tumbadas por el posicionamiento en contra de los Comunes, entre otras formaciones, y tendrán unos efectos devastadores en la capital catalana, con una pérdida en inversiones de unos 650 millones de euros.
Según ha explicado Capella en una entrevista en
Collboni, hacia la cuestión de confianza
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha dicho que este es un ejemplo «concreto» de lo que significa no aprobar un presupuesto. Su gobierno se encuentra en una situación parecida. Las cuentas municipales de este año fueron tumbadas por la oposición en el pleno de marzo, pero el PSC las podrá aprobar mediante la cuestión de confianza, una herramienta que permite la ley electoral a los gobiernos en minoría de los ayuntamientos para dar luz verde a un presupuesto, aunque solo se puede utilizar dos veces por mandato.

La ausencia de un presupuesto al otro lado de la plaza de San Jaume no solo afectará a Barcelona en la pérdida de inversiones en pisos sociales. Otros muchos proyectos se verán comprometidos o se atrasarán. Por ejemplo, la construcción de la L9 del metro, en su tramo central, que contaba con 194 millones para el 2024, o la ampliación del Hospital de Mar, con 32 millones.
De la L4 a ayudas para el sinhogarismo
En una comparecencia después de que los presupuestos de la Generalitat fueran tumbados, Collboni citó otros ejemplos de inversiones que, de momento, permanecerán en el cajón, como la prolongación de la L4 del metro y la construcción de siete nuevos juzgados. Fuentes del PSC añadieron 57 millones para la red de metro, incluidos en el acuerdo que el PSC de Salvador Illa firmó con Aragonés, 15 millones para combatir el sinhogarismo y dos millones para la conversión del Antiguo Mercado del Peix en un centro de investigación e innovación.