Barcelona ha hecho este martes un paso más para aislar a VOX de las decisiones del Ayuntamiento. La Junta de Portavoces ha acordado eliminar la unanimidad como requisito indispensable para aprobar declaraciones institucionales en el plenario. A partir de ahora solo hará falta el apoyo de cuatro de los cinco partidos del plenario, con lo cual se impide que la extrema derecha pueda vetar declaraciones que generan un amplio consenso del plenario. El cambio, propuesto por ERC, se ha aprobado con los votos favorables del PSC, BComú, ERC y TriasxBCN, y los votos en contra de PP y VOX.
Los republicanos han defendido el cambio recordando que VOX ya ha evitado que Barcelona apruebe un posicionamiento oficial en favor de los derechos de la gente mayor o del aborto libre. «La extrema derecha rompe el consenso en esta institución, lo que volamos es acabar con la unanimidad para que Vox no ejerza su veto», ha declarado la portavoz de ERC, Elisenda Alamany. Inicialmente, el partido dirigido por Ernest Maragall quería recuperar la forma antigua, que permitía aprobar declaraciones institucionales con solo 2/3 del plenario de acuerdo. En todo caso, Alamany se ha mostrado abierta a modificar el texto, puesto que el objetivo es «evitar que una declaración quede en manos de dos regidores con un veto que condiciona y tergiversa la mayoría».
Cordón sanitario a VOX
No es la primera vez que una mayoría del plenario aplica un cordón sanitario a VOX. En el inicio de la legislatura, el alcalde Jaume Collboni propuso al resto de grupos un acuerdo político para dejar la extrema derecha sin cargos institucionales del consistorio, como son las presidencias de distrito, que pueden marcar el orden del día de los plenos. Los partidos también acordaron dejar a VOX sin ningún asesor extra. De este modo, la formación de extrema derecha solo cuenta con los dos asesores que obliga la norma. También tiene ocho consejeros de distrito obtenidos a las elecciones.
