El Ayuntamiento de Barcelona ha materializado este lunes la creación de una mesa «inédita» de diálogo permanente con sindicatos y patronales. La medida se ha hecho efectiva en un acto en el Saló de Cent donde el alcalde Jaume Collboni ha firmado el documento fundacional de este espacio junto con los máximos representantes de Foment, Pimec, CCOO y UGT.
En declaraciones a los medios recogidas por la ACN, Collboni ha asegurado que se trata de una iniciativa «pionera» porque no tienen constancia de un espacio similar en ningún ayuntamiento del Estado. La negociación trabajará temas como las infraestructuras, la vivienda o el mercado de trabajo con «visión metropolitana», puesto que son decisiones que afectarán no solo a los 1,7 millones de personas que viven en Barcelona sino también a los cinco millones del área metropolitana.
Este nuevo organismo tiene que servir para «ordenar los espacios de concertación» ya existentes entre los representantes de los trabajadores, de los empresarios y el gobierno municipal y no tiene por ahora un calendario de reuniones previsto. De hecho, el consistorio, los sindicatos y las patronales se han dado seis meses para establecer el funcionamiento concreto de esta mesa.
Visión a largo plazo y un ejemplo exportable
Por su parte, los diferentes miembros de la mesa han insistido que tratará temas que «no son de una legislatura» sino de cambios sociales que «necesitan trayectorias muy amplias», como por ejemplo el acceso a la vivienda. «Tenemos que conseguir que las personas que trabajan en Barcelona puedan vivir en Barcelona», ha señalado el secretario de UGT, Camil Ros, que ha destacado que el diálogo social «no es un discurso teórico imaginario, sino que es una realidad» que «mejora las condiciones de trabajo y de vida» de la gente.
En esta línea, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha valorado «muy positivamente» el nuevo mecanismo porque es una «demostración de responsabilidad y compromiso» y el secretario general de CCOO, Javier Pacheco, ha apuntado que es una iniciativa que se tendría que extender al conjunto del sistema institucional catalán.