La contienda para dirigir la poderosa Federación de ERC en Barcelona ha vivido este anochecer un momento clave, la validación de los avales de las dos candidaturas que pugnan por dirigirla. La victoria del recuento de avales ha sido para Eva Baró, que lidera la candidatura de
El número de avales pueden ser la antesala de los resultados de las elecciones del próximo viernes día 20, donde los 1.500 militantes podrán votar en unos comicios internos que se están viviendo con bastante pasión por parte de las dos listas. También este jueves la federación vivirá una jornada clave de la batalla, y será el debate de las dos candidatas a presidir una federación fundamental en la estructura de poder de la formación republicana. Dos visiones para construir la estructura del partido en la capital catalana en los próximos años, después de dos ciclos electorales que no se han traducido en conseguir el poder del consistorio municipal.

Baró supera la barrera psicológica de los 300
Según los datos oficiales, a las que ha tenido acceso el TOT Barcelona, Baró ha presentado 317 avales, pero la sindicatura electoral ha validado 309. En cambio, la lista de Gomà había presentado 277 y le han validado 267. Así, entre la candidatura de Gomà y la de Baró, hay 32 avales de diferencia. Una cifra que, por un lado, rompe la barrera psicológica de los 300 y que da margen a Baró para persistir al conquistar la federación.
A pesar del resultado de los avales, las elecciones del viernes tendrán otras variables, como la militancia más activa de los casales y lo que cuadros del partido denominan la «militancia dormida», es decir, el grosor que poquísimas veces participa de la vida política del casal y que aparecen el día de las elecciones. La Federación de Barcelona es importantísima no solo por el papel interno dentro de la formación en el ámbito nacional, sino por su protagonismo en estructuras de poder municipal como el Ayuntamiento, la Diputación o el Área Metropolitana de Barcelona, así como los consejos de distrito y entidades municipales que, de una manera u otra, dependen del poder consistorial.
