Cerca de un centenar de personas se han reunido este sábado a mediodía en el centro de Barcelona para protestar contra los actos de celebración del 12 de octubre. Bajo el clamor de «Hispanidad es genocidio«, los manifestantes han recorrido las calles del barrio del Arrabal y el Paralelo. Durante toda la protesta, marcada por la lluvia y en un contexto en que Salvador Illa ha roto 14 años sin presidente en el tradicional desfile militar de Madrid, el centenar de manifestantes han tirado proclamas como «12-O nada a celebrar», «fuera, fascistas, de nuestros barrios» y «El fascismo avanza si no se lo combate». Un despliegue policial formado por cuatro dotaciones de antidisturbios de los Mossos d’Esquadra ha seguido de cerca la protesta para evitar que los manifestantes accedieran en la zona de plaza de Cataluña, donde se ha producido la manifestación unionista del 12-O, y en Drassanes, con la celebración de la primera regata de la final de la Copa América de vela.
Después de recorrer las principales calles del barrio del Arrabal, los manifestantes se han reunido a las puertas del Centro de Servicios Sociales del Arrabal para hacer un parlamento. «¡El fascismo es capitalismo armado, vallémosle el paso!», han recalcado los antifascistas, que han recordado que el día de la Hispanidad conmemora «más de 500 años de expolio, esclavitud, destrucción del territorio y colonización». Durante el parlamento también han hecho una pintada a las puertas de la equipación municipal, a quien han acusado de ser un espacio «racista y colonial». «El colonialismo ha sido la herramienta que permitió al capitalismo desarrollarse en todas las formas que ha ido cogiendo a lo largo de la historia y que continúa sosteniendo el sistema con el extractivismo y la explotación del sur global», han recalcado los manifestantes.

Críticas a Juntos y PSC
Durante el parlamento, los manifestantes también han tirado un mensaje contra las formaciones políticas, especialmente contra Juntos y el PSC, a quien acusan de comprar «los marcos del fascismo»: «Y que, además, entran a gobiernos que despliegan políticas de extrema derecha, legitimando a partidos racistas y ultraliberales, como por ejemplo Junts o el PSC, y que en muchas ocasiones compran los marcos del fascismo: seguridad, inmigración y ocupación», han espetado los antifascistas. «El 12-O, por nosotros, es una jornada de lucha«, concluyen.

