El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha advertido a Airbnb que «asuma» que en 2028 se acabará su negocio en la capital catalana con la prohibición de todos los pisos turísticos. En una entrevista en Onda Cero, ha cargado contra la plataforma turística porque, según ha dicho, «están cometiendo algunos errores graves» como, por ejemplo, «no retirar anuncios de pisos ilegales». Con todo, Collboni ha reclamado a la empresa que «cumpla con la legalidad y asuma que su actividad se acabará en Barcelona en 2028». Lo ha dicho después de que esta semana, el Ayuntamiento ha anunciado que estudia emprender medidas contra Airbnb después de que la plataforma no ha retirado 800 anuncios de pisos turísticos ilegales del primer trimestre de este año.

Collboni ha reconocido que esta decisión ha puesto «nerviosas» a algunas empresas «poderosas», y ha criticado que «estas empresas se han acostumbrado a pensar que en las ciudades se puede hacer cualquier cosa, bajo la premisa del libre mercado y la libre competencia, y no es así». «Tenemos el derecho a decidir qué modelo económico queremos para Barcelona y qué no queremos», ha defendido, y ha preguntado: «¿Qué aportan a la ciudad los pisos turísticos cuando hay un problema como el de la vivienda?». «No aportan nada al interés general de la ciudad», ha rematado.

Por todo esto, el alcalde de la ciudad trasladará a Airbnb la decisión de acabar con los pisos turísticos porque «parece que no lo ha entendido, y piensa que colgar anuncios ilegales presiona al Ayuntamiento». «Les diré que se equivocan y espero que no jueguen sucio porque me parecería grave. Si lo hacen, nos tendrán enfrente», ha advertido. Ante la decisión de poner fin a los pisos turísticos, Collboni ha animado al sector hotelero a diversificar su oferta para tener precios más baratos, y atraer jóvenes y personas de renta baja que quieran visitar la ciudad.

El alcalde Jaume Collboni, en un pleno / ACN-Blanca Blay

Collboni quiere solucionar el problema «número uno» de Barcelona

Collboni ha dejado claro que el acceso a la vivienda es el «problema número uno» de la capital catalana, y ha apostado por «empezar a reivindicar el derecho a quedarse, a decidir que me quiero quedar en mi barrio o en mi ciudad». En este sentido, el alcalde de Barcelona ha afirmado que «seremos la primera ciudad del mundo que termine con los pisos turísticos», con el objetivo de acabar con todos ellos durante esta legislatura, que terminará en el año 2027. «Tenemos 10,000 pisos turísticos legales que podrían servir para que viva gente. Significan 25,000 personas que se pueden quedar a vivir en Barcelona. Es una solución drástica, pero es que estamos ante una situación extrema», ha defendido.

Aparte de acabar con esta actividad turística, también ha apuntado que para hacer frente al problema de la vivienda se necesitan otras medidas como más fondos europeos, topar los precios máximos del alquiler o cambiar la reserva del 30% de vivienda social, pasando de estar en el mismo bloque al mismo barrio. En este último punto, Collboni ha defendido el aumento de la tasa turística porque permite a las arcas municipales recaudar ingresos sin subir los impuestos a los ciudadanos.

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