Las VTC tradicionales se levantan ahora contra el requisito de saber catalán. La principal asociación de vehículos con conductor de la ciudad, VTC Gran Turismo de Cataluña, considera «discriminatoria» la nueva norma que obliga los chóferes a obtener el B2 de catalán para ejercer su profesión. «No entendemos que a dos días del inicio del congreso más importante del año (lo MWC), por la puerta trasera y por parte de otro sector, se impongan nuevas restricciones discriminatorias al conjunto de las VTCs», declara la plataforma en un comunicado. Si bien aseguran que «en circunstancias no impuestas» no habría oposición al nuevo requerimiento, descartan la obligación del catalán en un sector «enfocado en un 95% a clientes internacionales», en cuanto que «no tiene lógica».
La posición de VTC Gran Turismo llega días después del acuerdo anunciado por Élite Taxi, comunicado por su portavoz Tito Álvarez, por el cual todos los conductores de VTC y los taxistas que obtengan ahora la licencia tendrían que justificar su conocimiento de catalán a nivel B2. La distinción entre los taxistas con experiencia y el resto de conductores, según la asociación sectorial, sería dada por la credencial para recoger pasajeros, un requisito que ya cumplen los profesionales del taxi. Desde Gran Turismo rechazan esta separación, argumentando que el taxi, así como otros sectores, como por ejemplo la restauración o el comercio, «van mucho más dirigidos a clientes locales» que no los vehículos con conductor. A pesar de su oposición a la nueva norma, las VTC tradicionales aseguran que «no hablan de política». «No volamos carta blanca, pero tampoco ser asfixiados», declaran desde la entidad.
Diferentes de las plataformas
La nueva obligación del título de catalán, para los conductores tradicionales, supone un nuevo «parche normativo» en una regulación que ya ha levantado polvareda en el último año. Los conductores de VTC fuera de plataformas insisten a no incluirse en ningún bando en el que consideran la «guerra tase-plataforma»; en cuanto que no ofrecen el mismo servicio que los otros dos subsectores. La batalla legal, pero, habría generado unos «agravios imposibles de asumir para la operativa de nuestro trabajo». En este sentido, acusan las autoridades de un «exceso de celo» en las inspecciones a los profesionales del sector -una vigilancia que, argumentan, ha hecho que Barcelona pierda «pequeños y medios congresos en beneficio de Madrid, València y Sevilla». Pocas horas antes del inicio del Mobile World Congress a Feria de Barcelona, Gran Turismo asegura que mantendrá los contratos que ya tienen apalabrados con los congresistas que asistirán, si bien aseguran que «están dispuestos a boicotear» acontecimientos futuros, como por ejemplo la Copa América. «Nuestra gente quiere vivir de su trabajo y no ser nunca más el daño colateral otros conflictos», remachan.
