La parte superior de la Via Laietana ha empezado a liberarse de las obras un año y medio después. El tramo que va entre las plazas de Urquinaona y de Antoni Maura se reabrió este domingo al tráfico estrenando dos carriles descendentes, uno de los cuales reservado para bus, taxis y bicicletas. También hay uno de ascendiente que, hasta que culmine la habilitación del carril bici contiguo de subida, solo lo utilizarán de manera puntual los vecinos que tengan que salir o acceder a los aparcamientos de la zona.
Hay que recordar que la reforma de esta arteria de la capital catalana empezó en marzo del 2022 con el objetivo de ampliar las aceras y reducir el tráfico. La primera fase -que ha acabado con varios meses de retraso- ha servido para transformar el tramo que va de la plaza de Urquinaona a la de Antoni Maura y, desde el sábado, ya está en marcha la segunda fase de estos trabajos, que se centrarán en el recorrido que une las plazas de Antoni Maura y de Idrissa Diallo. Esta actuación implicará, pues, que el tráfico en sentido montaña entre las dos plazas quede completamente cortado durante 21 meses.
Una reforma que tendría que culminar en 2024
Sí que se mantendrán son los dos carriles bus-taxi, que son tanto de bajada como de subida. Aun así, para minimizar las molestias, se hará un carril bici segregado de subida y otro de bajada que podrán usar las bicicletas y los autobuses. En principio, las afectaciones tendrían que acabar cuando las obras estén completamente terminadas el 2024. Otro de los cambios más significativos que supondrán las obras es la práctica desaparición del sentido ascendente de circulación. La calle de Jonqueres pacificada permitirá solo el paso de vecinos y en sentido descendente, lo cual quiere decir que no se podrá usar la Via Laietana para llegar al distrito del Eixample desde el mar.