Vecinos y entidades impulsoras de la plataforma Salvamos el Parc Joan Miró han rechazado que se mantengan las obras de prolongación de la L8 de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) al parque y anuncian «acciones reivindicativas» para evitar que las obras afecten esta zona. De este modo y una semana después de que empezaran las obras, los vecinos continúen el que parece una lucha incansable para alejar la línea de las suyas zonas verdes. La plataforma ha realizado una consulta a 550 personas, de las cuales el 1% considera satisfactoria la propuesta hecha por la Generalitat y el Ayuntamiento, mientras que un 89% pide buscar alternativas, «preferiblemente» en el espacio de la Feria de Barcelona, informan en un comunicado.
Este lunes, la organización Salvamos el Parque Joan Miró ha reunido más de cinco centenares de opiniones sobre el prolongamiento del L8, una obra que ya ha empezado, pero que los vecinos del barrio todavía no ven como una lucha perdida. La parte más conflictiva de esta nueva infraestructura es su proximidad al Parc de Joan Miró, puesto que quedará afectado por las obras. Los vecinos lamentan que las administraciones «han ignorado el clamor del vecindario de salvar el único gran parque del Eixample» y han pedido una reunión con la consejera de Territorio, Ester Capella, y la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, porque consideran que todavía hay tiempo de hacer cambios.

Casi cinco años y 300 millones
Esta intervención tan criticada por los vecinos tiene el objetivo de ampliar un recorrido -que actualmente llega solo hasta la plaza de España– hasta el barrio de Gràcia. Hay que recordar que las obras para alargar la línea L8 prevén la construcción de un túnel de cuatro kilómetros, la reforma de dos estaciones existentes —plaza de España y Gracia— y la creación de tres nuevas —Hospital Clínic, Francesc Macià i Gràcia—. En total, el proyecto cuenta con un presupuesto de más de 300 millones de euros y la previsión es que se ejecute en cerca de 58 meses.