Un incendio entre las localidades aragonesas de Calatayud y Ricla ha obligado a detener la circulación de trenes de alta velocidad entre Madrid y Barcelona. Los bomberos recibieron el aviso del fuego alrededor de las 4 de la tarde. Se desplazaron inmediatamente y lograron contener las llamas. A pesar de ello, los servicios ferroviarios quedaron paralizados durante dos horas, hasta pasadas las seis de la tarde.
Todas las compañías que operan la alta velocidad en el Estado -Renfe, Iryo y Ouigo- se vieron afectadas por la retención. Solo en el caso del operador público, seis trenes quedaron retenidos por los estragos del fuego en las vías. Pocos minutos después de las 6 de la tarde, sin embargo, los bomberos dieron permiso a las empresas para reactivar «progresivamente» su servicio, al comprobar que la infraestructura afectada por el fuego permanecía en buen estado.
Dos incendios en tres semanas
El de este domingo ha sido el segundo incendio que afecta la alta velocidad entre Barcelona y Madrid. A finales del mes de agosto, también en un fin de semana, un fuego «próximo a las vías» entre las estaciones de Guadalajara y Yebes -a unos 50 kilómetros de la capital española- obligó a detener catorce convoyes. Entonces, las llamas también forzaron a detener otras líneas, como la que conecta Zaragoza y Sevilla; así como algunos de los ferrocarriles que debían llegar hasta Figueres. Los incidentes que han cortado las infraestructuras han llegado en un momento de especial tensión para el control de incendios en el país, en medio de los grandes fuegos que han asolado la península Ibérica -primero en Cataluña, con las llamas que consumieron Paüls; y luego en el noreste del Estado, con efectos especialmente graves en las comarcas limítrofes entre León y Galicia, como el Bierzo-.
