El colapso ferroviario está obligando a los usuarios afectados a hacer verdaderos malabares para poder llegar a sus destinos. En la estación de Cataluña, que agrupa en unas mismas instalaciones paradas de Rodalies, metro y los Ferrocarrils, el servicio está comenzando a recuperarse de manera progresiva. Ya desde primera hora de la mañana, los pasajeros han hecho todo lo posible para encontrar rutas y combinaciones que les permitieran desplazarse por el territorio.
Al mediodía, la estación de Rodalies de plaza de Cataluña estaba prácticamente desierta, con una cinta que impedía validar los títulos para acceder a los andenes y unos pocos usuarios despistados pidiendo información. «Llevo dos días de problemas terribles con la Renfe. Ayer quedé tirado en Martorell y tuve que esperar horas un bus para volver a Barcelona», explicaba en declaraciones a la ACN Luis Alfredo, un pasajero que buscaba desesperadamente una alternativa para poder ir a trabajar al Baix Llobregat. «De momento, no hay ningún tren. Y solo me dan la alternativa de buscar un bus […] Ayer salí a las cinco de trabajar y no llegué a casa hasta las once de la noche, sin haber cenado. Una locura», lamentaba, resignándose a tener que esperar al restablecimiento del servicio de Rodalies.

Normalidad absoluta en los Ferrocarrils
Al otro lado de la estación, el panorama en los accesos a los Ferrocarrils era de normalidad absoluta y de un día laborable habitual, con usuarios comprando los billetes y validándolos para acceder a los trenes. «El plan de hoy era acercarme a la Sagrera para hacer una gestión. Rodalies no funciona y me han dado la alternativa de FGC y metro». «Vengo de Sant Cugat y todo ha ido bien, como la seda. Ayer no cogí nada de transporte público para ir a la universidad porque ya vi el caos». «Ayer llegamos en coche a Barcelona desde Francia y no nos dimos cuenta del apagón hasta que llegamos a Montserrat». Estos son solo algunos de los testimonios de usuarios de FGC recogidos por la ACN hasta primera hora de la tarde.


