La reforma de la ronda de Sant Antoni con el proyecto de Ada Colau empezará el 8 de enero. Lo ha anunciado este jueves el regidor del Eixample, Jordi Valls, al Consejo del Barrio de Sant Antoni. Según Valls, la idea inicial era empezar entre noviembre y diciembre, pero se ha decidido esperar a después de la campaña de Navidad una vez se ha hablado con los comerciantes.

Valls ha dejado muy claro que el proyecto no se cambiará. «Ya hemos asumido que haremos este proyecto. Lo hemos asumido como gobierno y lo haremos como está definido», ha recalcado. Esta decisión no gusta a una parte del vecindario, la Plataforma de Afectados por la Llosa de Sant Antoni, que ha defendido recuperar la propuesta urbanística de 2018 –con aceras más anchas, carril bici bidireccional, más vegetación y circulación abierta al transporte público– y ha acusado al alcalde de Jaume Collboni de haberlos mentido porque durante la campaña electoral dijo que revocaría el proyecto de Colau y finalmente lo ha asumido. Este verano, estos vecinos y comerciantes ya dijeron que estudiaban llevar el caso a los tribunales.

La carga y la descarga y los carriles bici, a debate

Con todo, Valls ha destacado que hay aspectos de la reforma que habrá que debatir. El regidor se refiere a la carga y la descarga para vehículos comerciales y a los carriles bici, que el proyecto de Barcelona en Comú elimina y permite que se pueda circular por toda la calle, que quedará pacificada casi completamente. Preguntado por si se ampliará el paso del bus -el proyecto de Colau solo lo prevé en un tramo en sentido de bajada, desde Villarroel a Conde de Urgell- Valls ha dicho que no. «Hemos asumido como gobierno que haremos este proyecto. En este proyecto no hay autobús».

El regidor ha reconocido que no han sido capaces de resolver bien, a nivel «político», el proyecto de la ronda de Sant Antoni. «Es normal que haya puntos de vista diferentes, pero el que no podemos hacer es llegar a ciertas tensiones que se ha llegado». Valls ha subrayado que entendía a los vecinos a quienes no los gusta el proyecto de Colau. «Se me han quejado y los entiendo. Tenían razones para quejarse, porque mi partido ha defendido posiciones que eran las que ellos querían. Ahora, para el gobierno de la ciudad, la prioridad es empezar la reforma cuanto antes mejor», ha dicho el regidor.

El proyecto de Colau

El proyecto de los Comunes por la ronda de Sant Antoni plantea una pacificación prácticamente total. Como se ha explicado, el bus solo pasará por un tramo de la ronda y en el resto estará prohibida la circulación del vehículo privado -con la excepción de los vecinos y servicios-. Además, se quiere crear una gran plaza en el tramo que va de Villarroel a Floridablanca y renovar la ya existente del Pes de la Palla. También se elimina el carril bici segregado proyectado inicialmente y se permite que estos vehículos puedan circular por cualquier punto de la ronda. Las plazas de carga y descarga previstas en el tramo entre Villarroel y Floridablanca se trasladan a los extremos de la nueva plaza y en su lugar se hace una gran zona de juegos infantiles y se coloca vegetación. En total, el proyecto destina 16.300 metros cuadrados a usos ciudadanos.

Después de estar buena parte del pasado mandato oponiéndose al proyecto de los Comunes por la ronda de Sant Antoni, votando en plenarios en contra del que decían sus socios de gobierno y de prometer en campaña que paralizaría la propuesta urbanística de Colau, Collboni sorprendió a propios y extraños a mediados de julio -concretamente el día 13- y anunció que no echaría atrás la propuesta de Colau. La teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet, dijo que su gobierno ejecutaría el proyecto aprobado, a pesar de no haber ni consenso vecinal ni político y admitiendo la contradicción de su partido «porque es más importante la urgencia de la reforma que el modelo concreto».

Las obras todavía no se han adjudicado

Días antes de este anuncio, el 6 de julio, el TOT Barcelona explicó que al Gobierno de Collboni le quedaban ocho días -hasta el 14 de julio- para tomar una decisión sobre el futuro de la ronda de Sant Antoni y que admitía que se seguía con la idea de parar el proyecto de Colau. El 14 acababa el plazo para que las empresas que querían hacer la reforma presentaran sus ofertas. La decisión del Ayuntamiento fue ampliar hasta el día 21 este plazo, lo que hizo pensar que la reforma no se paraba. Ahora, dos meses después de este trámite, las obras todavía no han sido adjudicadas.

Un partido que pide de forma clara que se pare el proyecto de Colau es el PP. En conversación con el TOT, el presidente del grupo municipal Daniel Sirera dice que pedirá a la comisión de Urbanismo de octubre que se paralice la transformación prevista. Sirera subraya que hay mucho malestar porque el alcalde incumplió su palabra con el vecindario de la ronda. «Instaremos a Collboni a revocar la reforma de la ronda de Sant Antoni promovida por el anterior gobierno, paralizar el proceso de licitación y volver al plan consensuado con los vecinos de 2018». Aquel año, las obras se licitaron y posteriormente el concurso público se anuló.

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