El Departamento de Territorio de la Generalitat licita las obras para instalar las telecomunicaciones y los sistemas eléctricos en el tramo central de las líneas L9 y L10 del metro de Barcelona. La intervención, según ha informado la consejería dirigida por Sílvia Paneque, tendrá un coste de 116 millones de euros. «Para que el tramo central de las líneas funcione, no solo es necesario construir túneles y estaciones, sino también implementar en su interior multitud de instalaciones», ha declarado la consejera. Las tareas comenzarán durante el otoño, tras una licitación que la misma titular de Territorio ha descrito como «una de las más importantes» para la nueva movilidad en la ciudad.
Según ha asegurado Paneque, completar los servicios de las líneas 9 y 10 supone una «actuación estratégica para la red de transporte público del área metropolitana de Barcelona», ya que «fortalecerá el sistema de movilidad» gracias a las nuevas interconexiones que generará con el resto de vías. Entre otros proyectos, las obras instalarán la red de cableado para garantizar la conexión de las comunicaciones dentro del ferrocarril, así como la transmisión de datos y voz para las comunicaciones internas. También ayudará a garantizar los servicios de videovigilancia e interfonía en la red, así como la megafonía y la seguridad. Además, se instalará el sistema de transformación y distribución energética, con la construcción de cuatro nuevas subestaciones para suministrar electricidad a la catenaria.

Tareas en varias estaciones
Las obras afectarán especialmente el tramo central de las dos líneas. Así, el Departamento trabaja en mejoras que afectarán las paradas de Mandri, Sarrià y Plaza de Maragall y Sanllehy; así como en el Macropozo de la Sagrera. Más allá de la iniciativa de conectividad y red, también se lleva a cabo la colocación de la losa intermedia del túnel, que separará ambas direcciones del ferrocarril. La maquinaria se encuentra actualmente en la entrada de Mandri. Una vez se complete el uso del tramo central, el Gobierno espera que la L9/L10 llegue a los 113 millones de usuarios anuales, muy por encima de los 27 millones actuales.