Barcelona vive este lunes 8 de enero del 2024 un momento crucial para el futuro de la red de transporte público de la ciudad. Hoy han arrancado los cortes al tráfico en la calle de Mandri, en el barrio de Sant Gervasi – la Bonanova, por las obras de ampliación de las líneas L9 y L10 del metro y también han empezado las actuaciones para prolongar la Línea L8 de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC). Esta polémica intervención tiene el objetivo de ampliar este recorrido, que actualmente llega solo hasta la plaza de España, hasta el barrio de Gracia de la capital catalana y ha recibido numerosas críticas en los últimos meses por partes de varias entidades de la zona del Eixample.
Hay que recordar que las obras para alargar la línea L8 prevén la construcción de un túnel de cuatro kilómetros, la reforma de dos estaciones existentes —plaza de España y Gracia— y la creación de tres nuevas —Hospital Clínic, Francesc Macià i Gràcia—. En total, el proyecto cuenta con un presupuesto de más de 300 millones de euros y la previsión es que se ejecute en cerca de 58 meses.
Malestar por la ocupación del 12% del parque de Joan Miró
Más allá de los evidentes avances en movilidad que implicará la actuación, esta prolongación ha provocado en los últimos meses protestas por parte del vecindario de la zona, especialmente del barrio de la Esquerra del Eixample. El principal motivo es que se prevé ocupar parte del Parque de Joan Miró con la zona logística de explotación de la tuneladora y, además, talar un total de casi 120 árboles de esta zona verde. El vecindario protagonizó diferentes protestas para intentar parar esta ocupación del parque, pero las quejas finalmente solo han servido para que el Departament de Territori reduzca el terreno que utilizará como zona logística, que pasará a ser de un 12% de todo el espacio, es decir, 5.300 m² de los 45.000 totales.

