En una reunión vecinal sobre la reforma de la Meridiana, que por ahora solo está claro que se complete hasta Fabra i Puig, algún vecino recordó una promesa incumplida desde hace 20 años, que la línea L3 del metro tenía que conectar la Trinidad Nueva y la Trinidad Vieja. Así lo explican los mismos vecinos, que este sábado han salido en masa a la calle para pedir que se ejecuten las obras de una vez por todas. Unas 1.500 personas, según la organización, han formado una cadena humana que ha ido de una punta a la otra, de la parada de Trinidad Nueva (L3) hasta Trinidad Vieja (L1), atravesando el puente de Sarajevo, una de las pocas conexiones terrestres que hay entre ambos barrios.
«Ha sido un éxito, ves, hemos cerrado la cadena», explican algunos de los manifestantes presentes en la manifestación al TOT Barcelona. La idea de hoy es despertar conciencias, que la administración –concretamente el Departamento de Territorio, que es quien tendría que ejecutar las obras– acelere una obra que contempla el Plano de Infraestructuras y que la Generalitat de Cataluña ya ha tasado económicamente. Con todo, se ha pospuesto en dos ocasiones, lamentan los vecinos.
🚇🥳 Lo hemos conseguido, hemos unido el metro y acercado los barrios ❤️ 💚
Ahora queremos que #LaTrinitatperlaMateixaVia sea una realidad, al 2026 tienen que empezar las obras para conectar el metro y dar a las Trinidades y en Barcelona un modelo de ciudad por el vecindario!
Gracias para venir✊🤝 pic.twitter.com/evbf7qszmv
— Favb (@FAVBcn) June 8, 2024
Reivindicación histórica
La reivindicación ha completado las expectativas de la iniciativa ‘La Trinidad por la misma vía’. Gente de todas las edades, con camisetas hechas a medida, pancartas bajo el lema ‘Unimos el metro, acercamos los barrios‘ y un ambiente festivo, con música y algunos vecinos disfrazados bajo un único grito: «Unimos la Trinidad!». Los organizadores de la protesta, que creen que el éxito de la manifestación los legitima a seguir, aseguran que cuentan con el apoyo de la mayoría de partidos políticos y remarcan que la prolongación de la L3 será todavía más necesario con la nueva Meridiana y una vez la L1 del metro llegue hasta Badalona.

«No tiene sentido que la gente tenga que coger el coche para ir a la otra punta de Barcelona, estamos situados lejos del centro y ahora es el que toca si no dan alternativas», apunta Alex Labad, miembro de la FAVB y participante de la protesta, que también pide una inversión más fuerte en transporte público. «Además del proyecto del L3, también queremos hacer un grito de denuncia porque hay que aumentar con urgencia la oferta en movilidad», concluye. Otras personas también han hecho notar que si quieren cambiar de barrio en metro tienen que bajar hasta Plaza de Cataluña para hacer el transbordo, a pesar de que solo hay un kilómetro y pico entre la Trinidad Nueva y la Vieja.