Mil conductores de autobús, según el Ayuntamiento de Barcelona, han salido a protestar por las calles de la capital catalana para pedir mejores condiciones laborales. Según los sindicatos, hasta 5.000 conductores han participado en la marcha que ha salido de la plaza Ildefons Cerdà y se ha dirigido hasta la sede de Foment del Treball, en el centro de la ciudad. Los manifestantes se han congregado hacia las 10.00, en medio de la lluvia, y han avanzado por Gran Via y Via Laietana hasta llegar a la sede de la patronal.
Los sindicatos reclaman que los conductores de bus puedan prejubilarse a los 60 años por una cuestión de “salud” y amenazan con prolongar la huelga si no hay acuerdo. De momento hay convocados tres días de huelga para noviembre —los días 11, 18 y 29— y tres días más para diciembre —5, 9 y 23—, aunque ya han avisado que si después de la ola de protestas no hay acuerdo, están dispuestos a convertir la huelga en indefinida. La protesta afecta a los autobuses urbanos operados por TMB así como a los interurbanos operados por otras empresas como Moventia.
El Departamento de Empresa y Trabajo ha fijado unos servicios mínimos del 40% en hora punta y del 20% en los servicios del resto del día. La primera jornada de huelga ha tenido un seguimiento del 80% en el conjunto del Estado y del 90% en la provincia de Barcelona, según los datos provisionales de CCOO. A primera hora de la mañana ha habido largas colas en varias estaciones de la capital catalana que conectan con el resto del área metropolitana, como las de España, Tetuan o la Sagrera, y el metro ha notado un aumento del 6% en la afluencia de pasajeros.

Los sindicatos defienden que la protesta es por “salud”
Los sindicatos UGT y CCOO aseguran que la huelga es para defender la “salud” de los trabajadores y la seguridad de los viajeros. En principio la huelga debía ser de transporte de viajeros y de mercancías, pero los segundos ya han llegado a un acuerdo con la patronal. El aún secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, ha negado que la protesta sea para “pedir dinero” y ha avisado que la accidentalidad en carretera está empeorando. Pacheco ha reprochado a la patronal que no quiera negociar un aspecto tan crítico de las condiciones laborales de los conductores como es la jubilación anticipada.
Por su parte, el secretario general de UGT de Catalunya, Camil Ros, ha reclamado a las empresas de transporte que se sienten a negociar un informe conjunto que se pueda trasladar al Ministerio de Inclusión y Seguridad Social para adelantar la jubilación. “No son mejores salarios, que también los pedimos, sino que es por la salud de las personas que conducen los autobuses y por la seguridad de los que viajan”, ha reivindicado. Ros ha calificado de “lamentable” la actitud de la patronal, que después “se dedica a reventar los concursos públicos y empeora las condiciones de los trabajadores y los vehículos”.