Una nueva operación retorno después de un festivo vuelve a cargar las carreteras catalanas, especialmente alrededor de Barcelona. Según el Servei Català de Trànsit, cerca del 87% de los vehículos esperados para el regreso a la normalidad después del Puente de mayo ya están en la región metropolitana. Hasta las 18 horas de la tarde de este domingo, cerca de 216,000 coches se han desplazado a las residencias habituales de sus usuarios después de pasar el fin de semana largo fuera de la ciudad. Se trata de un 64,5% del total, unos 250,000 movimientos por carretera previstos para la última jornada festiva.
Los barceloneses que se han ido de puente han aprovechado hasta las últimas horas la fiesta alrededor del Día del Trabajador. Poco después de la hora de comer, pasadas las dos de la tarde, la tasa de retorno a la ciudad no había superado el 31%, según las cifras del Servei Català de Trànsit, solo unos 90,000 coches desplazados. Así, en solo tres horas, unos 70,000 vehículos han hecho su desplazamiento de regreso hacia el área metropolitana. Sin embargo, según ha indicado el STC, el estado del tráfico ha mejorado durante las horas centrales de la tarde en comparación con el inicio de la operación, a primera hora de la mañana.
La AP-7 protagoniza las retenciones
Las carreteras barcelonesas, sin embargo, no han llegado a descongestionarse en toda la jornada. Según ha anunciado el STC, las peores retenciones son las que sufren los conductores que se desplazan por la AP-7. A las 18 horas se concentraban cerca de 10 kilómetros de atasco a la altura de la Roca del Vallès, mientras que entre la Granada y Vilafranca del Penedès había 5 kilómetros más. Para evitar problemas adicionales de circulación, Trànsit ha habilitado 50 kilómetros de carril adicional en la autopista, en los tramos del Vallès Oriental y del Alt Penedès. También se han abierto 22,5 kilómetros de carril adicional en la C-32 en su paso por el Maresme, otro de los tradicionales puntos complejos de la operación retorno.
