Nueva temporada de la Revolta Escolar en Barcelona. Esta iniciativa ha anunciado este miércoles la primera jornada de cortes de tráfico del curso con hasta una veintena de afectaciones al tráfico simultáneas alrededor de varios centros educativos en toda la capital catalana para el próximo viernes 1 de diciembre.
El movimiento ha asegurado que en la capital catalana hay más de 100 escuelas que continúan pidiendo la reducción del tráfico motorizado y ha considerado que las medidas impulsadas por el Ayuntamiento, incluyendo el programa Protegim les escoles, «son necesarias, pero a la vez decepcionantes por insuficientes y limitadas». Después de cuatro años de vida, el colectivo ha revisado sus objetivos y ha redactado un nuevo manifiesto con una decena de propuestas para continuar exigiendo entornos más saludables alrededor de las escuelas e institutos de la ciudad.
Según defienden desde Revolta Escolar, alrededor de los centros los niveles de contaminación y ruido superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha asegurado que las estaciones situadas cerca de algunas escuelas registran niveles que cuadruplican los recomendados y exceden los límites legales establecidos por la Unión Europea. El colectivo ha recordado que según la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) la contaminación del aire «es el principal riesgo ambiental para la salud, y se estima causa anualmente 1.500 muertos en Barcelona, el 41% de los nuevos casos de asma infantil (unos 900 cada año) y el 14% de los nuevos casos de cáncer de pulmón (unos 130 cada año)», según el Informe de calidad del aire de Barcelona del 2022.

Manifiesto actualizado con nuevas propuestas
Entre las propuestas que recoge el nuevo manifiesto ahora actualizado, destacan pacificar el entorno al 100% de los centros educativos de la capital catalana; limitar la velocidad en estos espacios a 20 km/h; instalar señalización vertical y pintura en la calzada advirtiendo de la entrada en un entorno escolar en todas las escuelas limitadas por calles con tráfico; o eliminar las plazas de aparcamiento de coches y motos en los accesos a los centros y al resto del tramo de calle donde hay los accesos, incrementando el espacio dedicado a los peatones y al verde.