El Ayuntamiento de Barcelona ha dado luz verde definitiva al proyecto de reforma de la parte alta de la calle de Balmes, en concreto al tramo entre la plaza de Molina y la ronda de General Mitre. La
Según detalla el texto municipal, el coste de la remodelación será de 7,6 millones de euros, IVA incluido. Si no se producen atrasos, las obras tendrían que empezar a la otoño y se prolongarán durante unos 15 meses. De este modo, se ejecutará una transformación que suma años de demora y que ha sido largamente reivindicada por el vecindario. Una vez hecho este tramo, quedará la parte entre General Mitre y la plaza de Joaquim Folguera, pendiente de dotación presupuestaria y que las obras de prolongación de la L9 del metro que afectarán a la zona lo permita.

Se perderá un carril de circulación
La iniciativa prevé pacificar la calle. Se reducirán los carriles de circulación. De los cuatro carriles actuales, dos por sentido, se pasará a tres en total. De los tres carriles, dos serán de subida en sentido montaña –uno para el tráfico privado y uno de uso compartido para buses y tráfico privado– y uno de bajada en sentido mar para buses y tráfico privado. También habrá un carril de servicios en la acera Besòs, con unos 130 metros lineales de plazas de carga y descarga, 147 plazas de aparcamiento para motos, cuatro plazas de aparcamiento para vehículos de personas con movilidad reducida, paradas de bus y contenedores.
Además, el proyecto permitirá ampliar aceras y ganar más verde, con la plantación de 110 árboles. Las nuevas aceras tendrán una anchura media de 4,35 metros en cada lado, de forma que crecerán en 1,90 metros respecto a la medida actual. En total, se actuará sobre una superficie de 15.000 m². Para facilitar los desplazamientos, se harán nuevos pasos de peatones en la plaza de Molina, en la confluencia de Sant Hermenegild con Copèrnic (en el lado mar), y en Pàdua (en el lado montaña). También se harán aceras pasantes en los cruces con la calle del Putxet, la calle de Sant Hermenegild con Copèrnic, y el de Francolí, y se renovará la pavimentación de todo el ámbito, y se mejorará el sistema de recogida de aguas.

Las críticas de Trias per Barcelona
La reforma de Balmes suma cerca de una década de atrasos. Desde que el gobierno de Xavier Trias hizo la parte entre la Diagonal y la plaza de Molina, el mandato entre 2011 y 2015, no se ha remodelado ningún otro tramo de la calle. En abril, el portavoz-regidor de Trias per Barcelona, Jordi Marti Galbis, lo valoraba así: «Con la llegada de la alcaldesa Ada Colau y los Comunes, siempre con el apoyo del PSC, el proyecto se guardó en un cajón. El año 2018, lo recuperaron y actualizaron…, pero de nuevo fue al mismo cajón. En los dos mandatos de Colau, el PSC ha estado al frente del distrito de Sarrià-Sant Gervasi durante cinco años…, y ahora pretenden vender la reforma pendiente de la calle de Balmes como una gran novedad. Es un escándalo y una vergüenza«, decía.