El sector del taxi vuelve a ofrecer su servicio a los vecinos del Park Güell. En un comunicado a sus socios, la asociación Élite Taxi explica que el Ayuntamiento «ha dejado claro» que los taxis pueden acercarse a los alrededores del parque para recoger y dejar a los residentes. Estos días ha aparecido una nueva señalización en la zona en la que se especifica que la prohibición de circular es para todos los vehículos «excepto taxis en servicio para vecinos». Los vecinos, vehículos autorizados y transportistas también tienen permiso para entrar en la zona cero.
«Desde Élite Barcelona, después de hablar con el Ayuntamiento y la Guardia Urbana, hemos decidido comunicar de manera oficial que ya se puede acudir sin ningún problema. Si en algún momento un taxi es multado por recoger o dejar a un residente, desde esta asociación tomaremos las medidas oportunas», detalla el comunicado que la asociación envió el viernes por los canales de comunicación internos. Los taxistas insisten en que «solo queremos hacer nuestro trabajo en paz, sin ser castigados por algo totalmente ajeno a nosotros».
Conflicto y masificación en el Park Güell
El conflicto entre taxistas y vecinos estalló con la masificación turística de la zona. Gran parte de los turistas optan por este servicio -muchos de ellos lo hacen a través de aplicaciones como FreeNow– para acceder al parque de Gaudí, lo que colapsa las calles de los barrios cercanos. En abril del año pasado, el Ayuntamiento trasladó la parada de taxis de la rambla de Mercedes a la carretera del Carmel y restringió el paso de taxistas por la antigua parada.
Este hecho había despertado inquietud y temor de ser multados entre los taxistas, que progresivamente habían ido declinando transportar vecinos, un problema en un barrio bastante empinado y con otros transportes también colapsados. Otros vecinos también se quejan de que los taxistas prefieren transportar turistas porque les resulta más rentable. Élite Taxi acusó entonces a las entidades vecinales -críticas con las aglomeraciones- de «escupirles en la cara» y recomendó a los conductores no subir al barrio de la Salut. Meses más tarde, y con las nuevas señales ya instaladas, el sindicato mayoritario de taxistas ha decidido levantar el veto.
