El Ayuntamiento de Barcelona cambiará el pavimento actual de la calle de Pi i Margall, que une los barrios de Gràcia y Horta desde Joanic hasta Alfons X, un año después de inaugurarse y tras las críticas por su mal estado. El pavimento original de la reurbanización, con piezas de granito, que se estrenó a finales de 2023 «presenta desperfectos que ponen en peligro la seguridad vial», tal como ha reconocido el propio ejecutivo, y se cambiará por asfalto. Las obras comienzan este lunes y afectarán, entre otros servicios, dos líneas de bus regular y el bus lanzadera que hace este recorrido por las obras de mejora de la línea 4 del metro.
Las líneas de bus de TMB afectadas son la V19, que habilita nuevas paradas en Escorial y ronda del Guinardó, y la 114, que se desvía por las calles de la Legalitat, Pau Alsina y Camèlies antes de llegar a la ronda del Guinardó. También está afectado el nitbus N6, en sentido descendente. En cuanto a la lanzadera provisional de la L4, en sentido ascendente, el bus se desviará por las calles de Escorial, Camèlies y ronda del Guinardó, con parada provisional en Escorial. En sentido descendente, el itinerario será por la ronda del Guinardó, Praga, avenida de la Mare de Déu de Montserrat, Sardenya, Sant Antoni Maria Claret, Roger de Flor y travessera de Gràcia, con una nueva parada provisional en la travessera de Gràcia.
Un millón de euros
El Ayuntamiento invertirá cerca de un millón de euros en subsanar los problemas del pavimento utilizado en las obras originales, que costaron alrededor de 13 millones. Desde el Ayuntamiento remarcan que el problema no ha sido el diseño ni la ejecución sino los materiales utilizados. De ahí que se haya optado por volver al asfalto. Esta semana, los trabajos se centrarán entre las calles de Escorial y de Pau Alsina, dejando abierto el tramo superior de la calle, hasta la ronda del Guinardó. A partir del 21 de julio, los trabajos y el corte se extenderán a toda la longitud de la calle, entre Escorial y la ronda del Guinardó.
