La Meridiana volvió a ser el escenario este domingo de una acción reivindicativa para coser las dos Trinitats. Más de un centenar de vecinos cortaron esta arteria de la capital catalana para reclamar que se una la parada del metro de Trinitat Nova (L3 y L4) con la de Trinitat Vella (L1). Lo hicieron con el objetivo de presionar a las autoridades para que saquen «de una vez por todas» este proyecto del cajón y dejen de posponer una medida que en cierta manera enmendaría la herida abierta entre estos dos territorios.

«Tenemos claro que no pararemos aquí, tal vez la próxima vez nos concentremos un día que no sea festivo», señaló esta mañana Paco Flórez, uno de los miembros de la plataforma Trinitat per la Mateixa Via, quien en unas declaraciones recogidas por la ACN apremió tanto al Ayuntamiento de Barcelona como a la Generalitat de Catalunya a tomar cartas en el asunto y escuchar las reivindicaciones del vecindario de esta zona de la capital catalana.

Primer aniversario de la cadena humana histórica

Cabe recordar que hace justo un año, cientos de personas protagonizaron una cadena humana histórica que unió la Trinitat Nova con la Trinitat Vella con el objetivo de pedir precisamente coser estos dos territorios separados por la apertura de la Meridiana. Sobre el terreno, las dos trinitats están divididas por los once carriles que conforman esta arteria en su entrada a Barcelona. Y administrativamente, la división sitúa una de las Trinitats en el distrito de Sant Andreu y la otra en Nou Barris.

«Además de estas divisiones, la falta de inversión en la conectividad terrestre es evidente. Solo ha habido un par de pasarelas que nos conecten y después llegó el puente de Sarajevo. Alargando el metro también recuperaríamos nuestro barrio histórico», detallaba en un reportaje publicado por el TOT Barcelona hace un año el presidente de la Asociación de Vecinos de Trinitat Nova, Antonio Trenas. Actualmente, no hay ninguna conexión factible en metro y solo los buses 127 y 60 conectan las dos zonas por un ramal anexo a la ronda de Dalt.

Más allá de cerrar en cierta manera la herida abierta entre los dos territorios, el transbordo de Trinitat Vella permitiría a toda el área de Sant Andreu y Santa Coloma llegar a el Hospital Vall Hebron o a la zona universitaria de Mundet en solo 15 o 20 minutos. Además, como la L1 del metro se ampliará hasta Badalona, este intercambiador con la L3 conectaría las dos ciudades y uniría el norte; de Vall d’Hebron hacia el mar pasando por Santa Coloma.

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